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Sevilla

¿Vázquez Consuegra en el Arqueológico?: “Nos echamos a temblar”

El presidente de Adepa, Joaquín Egea, se muestra muy crítico con el proyecto de restauración del arquitecto, con “ascensor panorámico y escaleras mecánicas"

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  • Reclama al arquitecto “respecto” por el regionalismo pero también con las Atarazanas, a las que ya le ha puesto “apellido”
  • Alerta de que no se ha actuado en las grietas de la Caridad ni en el colector: “no se puede inaugurar algo inundable”
  • Si el juzgado no se pronuncia sobre el cumplimiento del acuerdo de Atarazanas, presentarán otra denuncia ante el Ayuntamiento

El presidente de la asociación conservacionista Adepa, Joaquín Egea, se ha mostrado muy crítico con el proyecto de rehabilitación que ha emprendido el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra en el Museo Arqueológico, obra de Aníbal González, y recuerda que ya ha dejado “apellido” en el proyecto de las Reales Atarazanas de Sevilla, por lo que le ha pedido “respecto” para un monumento del siglo XII, pero también para la figura del regionalista. “¿Se atreverían con Gaudí?”.

Egea, que ha sido entrevistado en el magazine Las Siete de 7TV tras recibir la Medalla de Oro de la ciudad, un “reconocimiento a los ciudadanos que día a día nos manifiestan ese dolor por Sevilla que es una forma de amor”, ha asegurado que, al pensar en el proyecto de restauración del Museo Arqueológico de Vázquez Consuegra “nos echamos a temblar”, porque ya plantea “un ascensor panorámico y unas escaleras mecánicas”, por lo que le ha reclamado “respeto” por la figura de Aníbal González, preguntándose si “¿se atrevería a hacer lo mismo si fuera Gaudí? Ahí lo dejo”.

Para el presidente de Adepa, ese respeto no se ha tenido con las Atarazanas, que “son las Atarazanas pero distintas, son las de Vázquez Consuegra, le ha puesto su apellido a un monumento del siglo XII y eso no es respeto ni mantener su valor, es otra cosa”, decía Egea, cuya esperanza con los antiguos astilleros medievales es que “todo sea reversible”, como “las cubiertas del polígono Calonge” sobre las naves del edificio.

Adepa está en espera de que el juzgado de lo Contencioso-Administrativo 9 se pronuncie tras su demanda de ejecución de sentencia, por el incumplimiento del convenio que visó el magistrado entre la Junta, como propietaria del edificio, La Caixa, como ejecutora del proyecto, y la asociación conservacionista, que avisa de que “si no hay respuesta”, ya preparan otra denuncia por no cumplir la Ley de Patrimonio ante el Ayuntamiento.

Egea ha calculado que, por cómo observan el desarrollo de las obras, las Atarazanas no las veremos abiertas en mayo-junio como se anunció sino en “septiembre u octubre”, aunque ha avisado que “el gran misterio” es qué va a acoger el espacio. “Es el primer edificio que se restaura y el uso sólo está en la mente extraordinaria de dos o tres, el populacho no se puede enterar”, ha criticado, cuestionando que, de lo que se ha publicado, sólo se han visto “mesitas muy sevillanas, a lo mejor lo quieren convertir en un bar”.

Lo que sí ha alertado es que, a pesar de que se han hecho promesas, han podido comprobar las grietas “enormes” que se mantienen en el hospital de la Caridad, provocadas por las obras de excavación en las Atarazanas, y que siguen sin actuar sobre la evacuación de las aguas en el colector. “No se puede inaugurar algo que es inundable”, espetaba Egea, que ha insistido en que en esa zona “no entra nadie” y la realidad es que el proyecto avanza. “Parece que lo que se quiere son hechos consumados”, decía lamentando que ya se conforman con las verjas puestas y “a tomarnos una cervecita”.

También ha lamentado la visión “cortoplacista” que se tiene con el regionalismo sevillano, no sólo con la Plaza de España o la de América, sino con barrios enteros, “la ciudad jardín que fue un invento de Sevilla y para Sevilla”, porque, a su juicio, fue una “ideología regeneracionista y obrera”, un estilo “historicista”, una ciudad al “servicio del ciudadano” y que sus esfuerzos por proteger han sido “inútiles” en muchos casos. “El dinero vale más que cualquier norma urbanística”, se ha lamentando.

Sobre la conmemoración del centenario de la Exposición Iberoamericana del 29, ha apuntado que no debe ser sólo para reconocer a Aníbal González sino a todos aquellos que “diversificaron” la labor del genial arquitecto. Además de celebrar esa unión entre Sevilla e Iberoamérica, “hay que intentar que el feísmo no se lleve por delante” ese patrimonio, “la herencia de una ciudad admirada y fotografiada”, ha recordado, lamentando que a veces sólo quede “puro fachidismo” de esos edificios emblemáticos.

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