El presidente de la ONG en El Puerto, Juan Ruiz-Herrera, y el alcalde, Enrique Moresco, renovaron este convenio con la llamada a la participación, mañana, en la cena que Cruz Roja celebra para recaudar fondos con los que sufragar el resto de actuaciones que lleva a cabo. Será a las 21.30 horas en el hotel Duques de Medinaceli y la entidad espera que sean muchos los portuenses que contribuyan con su asistencia y solidaridad a este evento.
En cuanto a Café y Calor, Ruiz-Herrera recordó que es un programa heredero del que llevó a cabo en los años noventa la asociación La Muralla, que recogía jeringuillas y atendía las primeras necesidades de los toxicómanos. En 2005 Cruz Roja lo recuperó ampliando esos servicios para ofrecer a estas personas atención administrativa, acompañamiento a los médicos, asistencia, etc. “Fue pionero y ha servido de ejemplo para otras actuaciones en otras poblaciones”. Ahora se quiere dar un servicio de prevención para “reducir los daños” y esperan “que no se incorporen nuevos enfermos”.
A la ONG también le afecta la crisis y como prueba no es sólo la necesidad de aportaciones económicas, sino también el incremento de personas que acuden a solicitar ayudas. “Al reparto de alimentos, jeringuillas y preservativos se han ido incorporando personas que no están incluidas en la toxicomanía, sino que son consecuencia de la crisis”, de ahí que estén captando alimentos y los reparten entre estas familias.
A raíz de este reparto, se ha detectado la situación de los menores procedentes de familias desfavorecidas a causa de la crisis, por lo que en breve se pondrá en marcha otro programa denominado Higiene y nutrición infantil que atenderá a niños de 0 a 2 años. Los voluntarios estiman que son unas 30 familias las afectadas, con uno o dos hijos. El año pasado, la entidad prestó atención a 225 personas en intervenciones familiares, seis embarazadas, realizaron 25 traslados a centros sociales, 15 de intervención legal, entre otras actuaciones.
