La
intervención de Ana Silva en el Pleno municipal de marzo y la aprobación solo unos días después de una
iniciativa, presentada por el PSOE, en el Parlamento de Andalucía instando al Gobierno de Juanma Moreno a desarrollar la séptima y octava fase del Cerro del Moro han infundido ánimo en las 70 familias que llevan esperando una solución desde los 90.
“Las fases 7 y 8 iban a ser las primeras”, irónicamente, explica uno de ellos. Pero el Gobierno de Teófila Martínez priorizó la construcción la residencia Micaela Aramburu. “No nos consultaron”, tercia otro. “Nos engañaron”, lamenta un tercero. Y todos coinciden en que se sienten víctimas de la pugna política.
El PP sostiene que los socialistas estuvieron 28 años en San Telmo, de 1991 a 2019, sin acabar el proyecto y, cuando firmaron un convenio en 2018, “no tenía dinero ni acuerdo con los vecinos”.
Los socialistas señalan las cargas urbanísticas impuestas sobre el solar donde se levantarán las nuevas viviendas hasta que el Gobierno de José María González,
Kichi, recondujo la situación. Pero, lo cierto es que entre unos y otros, el problema sigue latente. “
Mi madre falleció en 2009 con la esperanza de que todo se solucionara; el mes pasado murió mi padre y también esperaba una respuesta”, lamenta su hijo, que ahora se ha hecho cargo del piso.
“Tengo la cocina repleta de
trampas para ratones”, agrega una mujer. “Hay casas con el
suelo hundido en la primera planta por el agua acumulada en el patio interior”, asegura otra. “Mi marido no podía salir a la calle porque
no tenemos ascensor y a mí me cuesta muchísimo”, afirma una mujer mayor. Pendientes de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), se muestran optimistas, pero no bajan la guardia.
Si no hay respuestas, barajan movilizaciones.
“
No nos regalan nada, tenemos que dar nuestros domicilios como entrada y
pagar la diferencia”, puntualiza otro vecino.
“Solo hay que cumplir con el compromiso”.