El abandono de Valcárcel es alarmante. El rector de la Universidad de Cádiz (UCA), Francisco Piniella, invitó a los medios de comunicación a comprobar ayer el lamentable estado en el que se encuentra el antiguo hospicio, por la falta de financiación por parte de la Junta de Andalucía para su rehabilitación.
“No queremos otro Campo de las Balas”, aseguró, por su parte José Ramón Martínez Tabares, director del servicio de Prevención y Seguridad de la UCA, en referencia al suceso que se saldó con la muerte de un niño de 2004 que jugaba en la primera planta del edificio abandonado del antiguo Batallón de Artillería, situado junto a un aparcamiento público.
Tabares, que mostró a los periodistas montones de escombros, techos derruidos y otros ostensibles daños estructurales, denunció que hay una moda de que jóvenes saltan las vallas y fracturan puertas y ventanas, con el riesgo que entraña acceder a un edificio en estado ruinoso.
El responsable de la UCA advirtió, en este sentido, que resulta muy difícil controlar el acceso a las instalaciones y mostró su inquietud por las consecuencias de prácticas irresponsables.
