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Cádiz

“Los magistrados estamos obligados a juzgar con perspectiva de género”

La presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, Rosa María Virolés Piñol, advierte de que “hay igualdad legal pero no real”

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  • Rosa María Virolés Piñol, magistrada del Tribunal Supremo. -

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, el Colegio de Abogados de Cádiz organizó una charla con Rosa María Virolés Piñol, presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, como protagonista. Virolés Piñol disertó sobre El liderazgo de la mujer. ¿Cuándo se romperá el techo de cristal? De camino a la capital, advirtió, en una entrevista con INFORMACIÓN, que “hay igualdad legal pero no real”, por lo que reclamó, por un lado, “juzgar con perspectiva de género”, y, por otro, voluntad política y cultura de igualdad “desde que se nace”.  

¿Qué cifras maneja del ejercicio de 2019?

–La carrera judicial es femenina ya. De los 5.600 jueces y magistrados aproximadamente, 3.000 son mujeres. Ahora bien, casi todas están en juzgados de lo social, audiencias provinciales, tribunales superiores... Vamos mejorando. El problema es que las cuotas más altas no la ocupan tanto las mujeres, los puestos de libre designación son más difíciles.


La Plataforma Cívica por la Independencia Judicial sostiene que el problema está en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

–Tampoco es que sea así, no entro en si el CGPJ elige bien o elige mal. El CGPJ tiene una connotación un tanto política, sí, pero elige de la mejor manera que sabe. Ahora hay 19 vacantes por cubrir en el Tribunal Supremo (TS). Cuando las cubra, igual les toca a tres o cuatro mujeres, quién sabe... Como no hay CGPJ constituido nuevo, no se pueden nombrar. Esto trastoca totalmente el funcionamiento.

¿Por qué les cuesta más a las jueces y magistradas acceder a esos altos puestos?

–Por cuestión de cultura. Hay tener una cultura de igualdad para que haya igualdad, y en nuestro país no la hay todavía. En determinados ambientes, sí, yo no tengo ningún problema en este aspecto, pero en otros no. Hay una sociedad más varonil que femenina. Incluso nuestra Constitución no ha tenido demasiado en cuenta a las mujeres, en el artículo 14 se habla de igualdad por sexo no por género, o sea que… Esto es cosa de todos.

Precisamente sobre eso, los techos de cristal, ha venido a hablar a Cádiz.

–El techo de cristal se romperá cuando lo digan los políticos que quieran romperlo, cuando pongan los medios. Y se necesita cultura de igualdad de base, desde que uno nace.

Porque de lo contrario, como dice, en España hay igualdad legal pero no igualdad real...

–Está claro, hay igualdad legal pero no real, la real no existe aún por la razón que sea pero no existe, y es lo que hace falta. En este sentido, los magistrados estamos obligados a juzgar con perspectiva de género, no confundamos género con sexo, con perspectiva de género y juzgando con perspectiva de género lo que hay que hacer es favorecer a la parte débil o a la parte más afectada de la situación. De esta manera, se han concedido una serie de condiciones que no están escritas pero que el hombre las tiene a las mujeres porque entendemos que le corresponden también.

Sin embargo, hace solo unos días, la Sala IV del TS ha rechazado la doble prestación por maternidad para madres solteras.

–Respeto la sentencia y el voto mayoritario de los jueces, pero yo soy el voto particular y respeto también mi voto (ríe). Lo que dice la sentencia es que, si lo que se está pidiendo no está expresamente contemplado en la ley, pues que sea el legislador el que lo arregle, no nosotros. Desde una perspectiva de género, habría concedido esta prestación solicitada. Pero, insisto, respeto la sentencia.

¿Existe violencia judicial contra las mujeres como denuncian algunas asociaciones feministas?

–No estoy de acuerdo con lo que me dice, quiero pensar que todos los juzgados ponen todos los medios que tienen a su alcance y que se hace de la mejor manera que se puede.

¿No cree que haya demasiado ruido político para alcanzar consensos en general y en materia de mujer en particular?

–En política no entro, no, no le puedo decir lo que piensan los políticos, lo puedo intuir, pero no sé nada de política.

Pero las discrepancias políticas sí están afectando al poder judicial con el bloqueo del CGPJ, por ejempo.

–Es público y notorio, no se llevan a cabo los nombramientos, no están al completo los juzgados y se están acumulando los retrasos, sí afecta a todos.

En concreto, a la Sala IV del TS, ¿cómo está afectando?

–Tenemos unos 6.000 recursos pendientes.

Y, además, la huelga de letrados...

–En mi propia sala hay tres (letrados en huelga). Pero vamos señalando y resolviendo asuntos.

Llueve sobre mojado, la pandemia, primero, el bloque del CGPJ y, ahora, la huelga de letrados...

–Pues sí, son tantas cosas...

Reclamó refuerzos al Ministerio de Justicia para afrontar este colapso. ¿Ha obtenido una respuesta satisfactoria?

–Lo pedí, pero tiene que seguir el curso reglamentario y lo está siguiendo: lo pedí a la Sala de Gobierno del TS; la Sala de Gobierno lo aceptó, hubo un refuerzo de siete magistrados en nuestra sala en el gabinete técnico no como titulares; de ahí pasó al CGPJ, que también lo autorizó, y del CGPJ pasa al Ministerio de Justicia, que también lo ha autorizado, aunque falta un reconocimiento expreso. Hay esperanzas de que acabe bien.

Una última cuestión. ¿Traerá problemas el contrato fijo discontinuo?

–Es el contrato estrella de la reforma laboral. Puede solucionar muchísimas cosas, aunque no es muy aceptado por la parte empresarial, pero es un buen contrato.

¿Hay medidas en favor de la igualdad en la reforma laboral según su criterio?

–La reforma laboral no tiene nada que ver con la igualdad, pero todas las reformas que se hagan en el mundo laboral tienen algo siempre que puede afectar a la brecha salarial o la de las pensiones. Soluciona dos o tres cuestiones, negociación colectiva, contratación indefinida, era una reforma laboral necesaria y es positiva, pero se queda corta.

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