La nueva normativa para hacer frente a esta forma de criminalidad prevé un endurecimiento de las penas a nivel comunitario para los autores del tráfico de personas. Cada año, según los datos de Bruselas, cientos de miles de personas son introducidas en la Unión Europea por mafias para trabajos forzados.
Para su adopción definitiva, según el Tratado de Lisboa, será necesario el visto bueno del Parlamento Europeo, pues es un asunto que se tramita por codecisión. Con esta directiva, se busca garantizar la coherencia de las normas nacionales relativas a los delitos y las penas, así como mejorar la ayuda a víctimas.