En un llamamiento tras el Angelus, Benedicto XVI instó “en este tiempo de Adviento”, periodo que precede a la Navidad, a rezar para que “Jesús traiga consuelo, reconciliación y paz”.
El Pontífice recordó entre estas “situaciones difíciles” los “continuos atentados que se producen en Irak contra los cristianos y musulmanes, los enfrentamientos en Egipto que han dejado muertos y heridos, las víctimas de traficantes y criminales y el drama de los rehenes eritreos y de otras nacionalidades en el desierto del Sinaí”.