Este martes, el Ayuntamiento de Cádiz celebra el Pleno sobre el estado de la ciudad con el debate agotado. Que la sesión tenga lugar solo unas semanas después del primer año desde las elecciones municipales tiene mucho que ver. Tanto el equipo de Gobierno como los dos partidos de la oposición en la Corporación han realizado, a demanda de los medios de comunicación e iniciativa propia, un balance de gestión que ha servido para que cada uno de los actores haya abordado la gestión en los últimos doce meses y la coyuntura actual.
El alcalde, Bruno García, ha remarcado la apuesta por la vivienda, con más de un centenar con financiación garantizada, o el refuerzo en política social, con más recursos para las personas sin hogar o el futuro pliego del servicio de ayuda a domicilio con garantías de mejoras laborales para los empleados y una cobertura más completa para los usuarios, e igualmente ha puesto el acento en que se han sentado las bases para proyectos como el parque del cementerio o el nuevo Portillo.
Para el PSOE, “Cádiz no está ni mejor ni peor, nada ha cambiado”, destine los 15,3 millones de euros del remanente de Tesorería a pagar deudas con los bancos “sin estar obligado”. En este sentido, Adelante Izquierda Gaditana indicó que “Bruno García quería ser el alcalde más social, pero es el Lobo de Wall Street”, remarcando que la amortización de deuda ha sido la iniciativa municipal que más recursos ha movilizado este mandato.
Otras cuestiones de actualidad, como los problemas de limpieza, se abordaron el jueves, en el Pleno ordinario, y el equipo de Gobierno ha salido airoso del debate al admitir de que, efectivamente, el serivicio es mejorable, pero no hay margen de maniobra ni para la empresa concesionaria ni para el Ayuntamiento, dado que el pliego tramitado y adjudicado en el mandato anterior es limitado.
La amenaza de la turistificación sí volverá a tener protagonismo este martes. El hartazgo de la ciudadanía es palable y el equipo de Gobierno niega masificación pero sí expresa preocupación por la proliferación de las viviendas con fines turísticos.
El alcalde tiene en ello el primer reto. El Pleno debe para que marque políticas claras en este sentido y, en líneas generales, concrete retos y objetivos a medio y largo plazo, porque la oposición repite machaconamente falta de proyecto. Lo cierto es que el futuro de la ciudad (y también de la mayoría absoluta) pasa por el concurso de la Junta de Andalucía. Hay, al menos, una propuesta para la Ciudad de la Justicia, pero hace falta dar plazos. Valcárcel está paralizado. Y el nuevo hospital ha encallado. Hacen falta respuestas porque, este verano, el primer edil no tendrá tregua.