Culmina el congreso con la mirada puesta en nuevos tiempos

El IV Congreso Iberoamericano de Cultura concluyó ayer en la ciudad argentina de Mar del Plata tras tres jornadas de reflexiones sobre el impacto que los cambios políticos, sociales y económicos que se suscitan en la región tienen en el ámbito cultural.

“Iberoamérica ha pasado por verdaderos culturicidios. Necesitamos debatir porque debemos torcer un destino que tiene páginas extremadamente dolorosas. Por eso, hay que hablar de una indisoluble relación entre política y cultura; hay que mirar hacia atrás para avanzar hacia adelante”, dijo el secretario de Cultura argentino, Jorge Coscia, en el cierre del congreso.

Organizado por el Gobierno argentino y la Secretaría General Iberoamericana, el encuentro celebrado en Mar del Plata (400 kilómetros al sur de Buenos Aires) contó con la asistencia de 2.500 personas, 150 oradores y representantes de 22 países congregados bajo el lema “Cultura, política y participación popular”.

“Estamos construyendo con las herramientas de la cultura, de la política y de la participación popular, ese magnífico fenómeno de la integración, completando un proceso que ya lleva cinco siglos”, señaló Coscia.

Este congreso cultural produjo un documento de balance que será entregado a las autoridades de la región, junto con otros diez textos que incluyen sugerencias de políticas a desarrollar en las áreas de música, artes visuales, letras, audiovisual, organizaciones culturales de base, políticas culturales en el ámbito municipal, periodismo y política universitaria.

En el acto de cierre estuvo presente también la senadora uruguaya Lucía Topolansky, esposa del presidente uruguayo, José Mujica, quien fue declarada ciudadana ilustre de Mar del Plata.