El delegado especial del Estado en la Zona Franca de Cádiz, Jorge Ramos, ha destacado el "golpe de timón" que le ha dado este año al consorcio para que éste "no muriese dulcemente", reformando por tanto "muchas cosas esenciales", sin afectar a los sueldos ni al empleo. Ha asegurado que se asustó al llegar al cargo porque las cuentas "no están bien" y la empresa pública cuenta "con un pasivo superior a 150 millones de euros" que responden, principalmente, a conceptos de deuda bancaria.
Ramos ha calificado de "complicado y difícil" este año al pasar por "dos crisis": la coyuntural que afecta a todo el país y la crisis del Consorcio de la Zona Franca, "que ha atravesado por una situación complicada pero que no pone en peligro su futuro".
Así, "y para no seguir languideciendo de una forma lenta y agradable porque cuando llegué me asusté", Ramos ha explicado que ha puesto en marcha "grandes reformas" y una política "distinta" porque la entidad, ha dicho, también es "acreedora por la devolución de fondos Feder o de Reindustrialización que no se han gastado en inversiones", precisando que "un 80 por ciento" de estos fondos "no se han usado para su destino original".
Eso les ha llevado a plantear esas "importantes" reformas en un tiempo "récord" en la gestión y organización del consorcio con un doble objetivo: buscar la "eficiencia y la eficacia" de la casa y poner en valor los recursos "que debemos y estamos obligados a generar"; reformas que, según ha matizado, "no han afectado al personal", porque no ha habido despidos ni regulación de empleo.
Así, ha explicado que el objetivo del consorcio es generar actividad económica y que ésta se haga "bajo la premisa de que tenemos que ser autosuficientes desde el punto de vista económico y financiero"; una política que, según ha agregado, les va a permitir abordar 2013 "con expansión" y "potenciando el seguir ayudando a emprendedores, colaborar con instituciones sin mirar el signo político, ser más eficientes y competitivos y generar el efecto del retorno de las inversiones que hacemos".
Tras asegurar que el consorcio "sigue siendo un ejemplo de seriedad", ha detallado que el "ambicioso" plan puesto en marcha se circunscribe a cuatro objetivos: poner en marcha y en valor la remodelación del recinto exterior de la Zona Franca de Cádiz; abordar la culminación del recinto Carranza; ejecutar un plan de inversiones provincializado con actuaciones "muy importantes" en Jerez, Algeciras, San Fernando, Arcos, Vejer, Benaocaz, Rota y Chiclana; y por último, "estar en disposición" en 2013 de llevar a cabo "muchas" iniciativas "para conseguir algo que no se debería haber perdido, el comercio exterior".
Para Ramos, la actividad exportadora y de comercio de la Zona Franca gaditana es un reto "inaplazable e irrenunciable" y, en este sentido, ha asegurado que la celebración del Bicentenario ha servido para hacer "un diseño de potenciación" del comercio exterior. "Hemos usado bien los actos del bicentenario, con mucha discreción, para coordinar con muchas zonas francas de países hermanos de América y para situar a la Zona Franca de Cádiz como un portaaviones en Europa de cara a las exportaciones hacia América".
Rilco y Quality Food
Por otro lado, preguntado sobre el caso Rilco y Quality Food, en el que están imputados dos exdelegados de la Zona Franca gaditana, de su mismo partido, el PP, Jorge Ramos ha asegurado que la Justicia "tiene que hacer su trabajo" en ambos procesos judiciales "y con cuanto afecte a lo que vulnere a la ordenación jurídica".
Ha señalado que su "preocupación" es "la buena salud del consorcio" y "que no haya quebranto económico como consecuencia de esas actuaciones". "Cada uno tiene legítimo derecho a la defensa de sus intereses, el tema está en sede judicial y no vamos a ser un obstáculo, en ningún caso, a la Justicia, así que lo que tenga que salir saldrá", ha manifestado el delegado, que ha concluido asegurando que "lucharé para que esos procedimientos no impliquen un mayor quebranto económico a esta casa".
