Dos ladrones que entraron a robar en una casa de Puerto Real han sido detenidos después de que la joven que estaba en la vivienda, tras percatarse de su presencia, se escondiera en un armario, desde donde alertó con su teléfono móvil los servicios de emergencia y a un familiar.
Los ladrones, expertos en reventar bombines de las cerraduras y a los que la Policía les imputa otros robos en viviendas y establecimientos en Huelva y la Bahía de Cádiz, entraron a primera hora de la mañana en la casa de Puerto Real tras llamar insistentemente al telefonillo del portero automático.
La joven, que estaba sola en su domicilio, decidió no contestar porque no tenía prevista ninguna visita en ese momento y porque pensaba que se trataba de una broma o de correspondencia comercial.
Minutos después la joven escuchó ruidos extraños en la puerta de su domicilio y se dio cuenta de que alguien forzaba la puerta, por lo que rápidamente corrió a esconderse en el armario de su dormitorio con un teléfono móvil, desde el que avisó a sus familiares y al servicio de 112 emergencias, que a su vez alertó a la Policía Nacional.
Cuando sintió que los intrusos estaban ya en su dormitorio la joven silenció el teléfono para evitar ser descubierta y así pudo escuchar desde su escondite cómo dos varones revolvían los cajones, y se animaban entre ellos a "coger joyas, objetos de valor", según explica la Policía en una nota de prensa.
Mientras revolvían otras habitaciones del domicilio, los ladrones oyeron como llamaban insistentemente al telefonillo y decidieron marcharse de la vivienda, momento en el que la joven salió del armario para abrir la puerta a los familiares a los que había alertado.
En ese momento también llegaron al lugar agentes de la Policía, que se toparon con uno de los ladrones en el rellano de la escalera, donde, tras una persecución, fue detenido.
El familiar de la joven, mientras tanto, se enfrentó al otro, que finalmente fue reducido por otro policía.
Al cachearles los dos ladrones tenían encima joyas, productos de cosméticos, una consola, una maleta negra con herramientas y dos teléfonos móviles que habían sustraído.
Durante la detención uno de los ladrones propinó una fuerte patada a un agente, por lo que se le imputa un delito de atentado contra agente de la autoridad, además del de robo con fuerza y pertenencia a grupo criminal, dada su modo de "trabajo" en grupo.
El Grupo de Delincuencia Urbana de Puerto Real que se encargó de la investigación descubrió que además de estos dos varones había un tercer implicado que se había quedado en la puerta del bloque de la vivienda para vigilar mientras sus compañeros robaban en la vivienda y que logró escapar.
La Policía imputa al grupo otros robos, como uno cometido en una casa de Huelva, ya que los ladrones tenían en su poder un teléfono móvil sustraído en un robo cometido allí, y otros dos registrados en Puerto Real.
Los detenidos, cuyas identidades responden a E.M.R., y a D.R.M., junto a las diligencias instruidas han pasado a disposición del Juzgado de Guardia de la localidad de Puerto Real.