La alcaldesa gaditana y presidenta del Consorcio de la Zona Franca de Cádiz, Teófila Martínez (PP), ha expresado su "máximo respeto" a la resolución judicial del 'caso Rilco', mostrando su "alegría" ante el hecho de que el exdelegado de la Zona Franca Miguel Osuna haya quedado "absuelto de todo aquello que se le imputada". En este sentido, lamenta "el calvario por el que le han hecho pasar durante estos años" y se ha mostrado convencida de que "la justicia pondrá a cada uno en su sitio".
En declaraciones a los periodistas, Martínez ha destacado que la sentencia pone de manifiesto la "falta de intencionalidad" de Osuna y también que "el proyecto fue, en sus dos fases, concluido totalmente y a entera satisfacción, entregándose un producto final que funcionaba perfectamente y servía a las finalidades para la que había sido concebido".
La alcaldesa resalta que, "para vergüenza de algunos" --por el PSOE--que han basado su acusación en que el proyecto "no existía y no tenía valor", han sido "hasta nueve los técnicos y peritos independientes" que lo testaron y declararon durante el procedimiento judicial que el proyecto Rilco "estaba terminado, entregado y que valía".
Incide Martínez en este dato por su contraste con "lo que se ha dicho de este proyecto por muchos políticos durante mucho tiempo", subrayando que "el PSOE quiso hacer de esto un caso escandaloso", pero "en sede judicial se ha demostrado que el proyecto existía, que el valor era el que se le había dado y que funcionaba". Y en lo que respecta a Miguel Osuna, que fue a quien "tocó rematar el proyecto", que "no actuó de mala fe ni causó ningún perjuicio económico" al Consorcio de la Zona Franca.
Dice la dirigente 'popular' que se le ha hecho "daño" y ha tenido que "aguantar muchas tarascadas" como presidenta del Consorcio de la Zona Franca a cuenta de este caso, pese a que no tiene "ninguna capacidad ejecutiva". No obstante, se congratula de que "muchos se van a tener que tragar lo que han dicho" a raíz de esta sentencia.