El periodista de RTVE y escritor, Miguel Albandoz, presentaba días atrás en la Feria del Libro de Cádiz, concretamente en el Baluarte de la Candelaria, su segunda novela bajo el sugerente título ‘La cultura para el que la digiera’. Al igual que en su primera obra ‘Tengo ganas de morirme para ver qué cara pongo’, en este su segundo libro el humor todo lo impregna, desde la primera hasta la última página.

‘La cultura para el que la digiera’ narra la historia de Anselmo Igual, vigilante de un museo que por amor se adentra en el mundo del arte, sobre el que gira todo el argumento. “Es una novela divertida que espero que haga reír al lector, y espero también que sean muchos”, señala Miguel Albandoz para añadir que “el humor es básico, lo que pretendo hacer es que la gente se ría, escribo novelas de humor”.

"Es una novela bien escrita, bien trabajada, con todo lo que tiene que tener una novela pero está repleta de humor desde el primer capítulo hasta el último", detalla el autor.

“La novela se me ocurrió precisamente en un museo de arte moderno (el protagonista de la misma trabaja en un museo de “arte muy pero que muy moderno") donde me ocurrió algo que seguro le ha pasado a mucha gente. Y es que tras estar un rato mirando una obra que supuestamente era una obra maestra, en lugar de estar pensando en las formas, en la estructura, lo que pensé era qué hacía yo allí mirando algo que realmente me parecía una majadería, una memez, una tontería a la que no veía el arte por ningún lado”.

Fue entonces cuando “me dije que quería escribir sobre ello, pero no un ensayo sobre los límites del arte y dónde comienza la superchería, no, yo prefiero hacer algo divertido”. Eso sí, a la novela no le falta de nada, “hay sátira, hay también una historia de amor, e incluso hay fantasmas de todo tipo, de los sobrenaturales y de los de andar por casa”.

Y es por amor la razón por la que el protagonista, Anselmo Igual, se ve “en una situación en la que nunca hubiera querido estar como es en una velada poética del Club de Amantes de la Cultura Selecta, formado por gente con muchas ínfulas pero que son más tontos de lo que ellos mismos piensan. Y claro, para que él se vea ahí metido tenía que haber algo que le empuje, en este caso por el amor a una compañera, Azucena”.

En el trasfondo de la novela aparece también una crítica hacia ese mundo de la cultura elitista, a veces ahíta de muchas tonterías. “El mundo del arte contemporáneo y moderno es un campo muy grande en el que se cuelan muchos farsantes”, explica el autor. Hablamos de pintura abstracta, que da mucho juego, “pero también hablo de la poesía o de la alta gastronomía, ahora que está tan de moda, y es que si eres cocinero y bates un par de huevo para hacer una tortilla normal, parece que eres tonto, tienes que hacer platos en los que se tarde más en leer el nombre del mismo que en comértelo”.

“Yo no pretendo con esta novela decir que todo lo que se hace en gastronomía, en literatura o en pintura moderna es un engaño, ni mucho menos, pues creo que lo que hay de engañifa en estos mundos es un porcentaje mínimo, pero me apetecía reírme con ello y también criticarlo”, explica Albandoz.

El primer libro fue editado por el propio Miguel Albandoz, y tuvo muy buena aceptación en Amazon, lo cual “me abrió las puertas para que este segundo libro cuente con la edición de Quorum Editores, una de las pocas editoriales de España que apuestan por la narrativa de humor y además es de aquí, de Cádiz…. Además son editores, son libreros y son gente que adoran la literatura y los libros, con lo cual me encanta trabajar con ellos”.

Sobre dónde se puede adquirir el libro, Albandoz explica que “la idea es que llegue a todas las librerías de España, pero por ahora se puede comprar en varias librerías de Cádiz, como la de Quorum o Las Libreras… y creo que está también en Chiclana, en Jerez, aunque espero que dentro de poco esté en los escaparates de todas las librerías de España”. Y en breve se podrá adquirir también en formato E-book, con lo cual no hay excusas para que los amantes de la literatura de humor disfruten de esta novela cuyas páginas son todo un homenaje a la risa.