Fernando Mesones nació en Cantabria en el año 1967, pero reside en Cádiz desde hace dos décadas. Casado y con dos hijos gaditanos, es hostelero por profesión y vocación. Es la voz de los hosteleros de la playa, de la asociación conocida como de los chiringuitos, aunque su nombre real sea el de Asociación de Empresarios de Playas de Cádiz, perteneciente a la Federación andaluza y a su vez a la Federación Nacional y Europea. Y no representa no solo a chiringuitos, sino también a instalaciones como ludotecas, espacios de sombrillas y hamacas o parques infantiles.
—Estamos a finales de junio, en Cádiz capital sólo hay dos chiringuitos abiertos y uno instalándose. Vamos a arrancar el mes de julio apenas sin chiringuitos en muchas zonas de la playa. ¿A qué se debe esta falta de prestaciones?
—Tristemente pues sí. Es incomprensible que lleguemos a estas alturas y estemos así cuando previamente avisamos de que esto podía suceder, pero las administraciones han hecho caso omiso después de las reuniones que hemos mantenido. No sé lo que va a pasar. Está claro que se están fabricando los chiringuitos que son estructuras muy complejas de fabricar y con unos materiales que tampoco son tan fáciles como lo eran los de antes. Ese es el retraso que conlleva en cuanto a la fabricación. En cuanto a financiación, pues también. Tenga en cuenta que estamos hablando de una inversión de unos 150.000 euros por chiringuito como mínimo, más canon del ayuntamiento, más personal, más proveedores...
—La estacionalidad de estos chiringuitos supone que esa inversión sea más compleja, pues al acabar la temporada anterior tienes que empezar de nuevo con mercancía nueva, mobiliario nuevo...
—Pues efectivamente, por mucho que nos quieran ampliar la temporada, por desgracia, el proyecto de ampliarla es un desastre porque los meses de marzo y abril con el frío, la pérgola no acompaña.
—Es cierto, con los chiringuitos antiguos había modo de protegerse de los distintos vientos pero este año la tarea parece más difícil.
—Así es, unos se protegían con toldos, otros estaban acristalados que era la posibilidad que teníamos en ese momento, dependiendo del viento. Esperemos que el ayuntamiento entre en razones y nos deje acondicionarlos para fechas más frías.
—De esto y de otras muchas cosas habéis dado cuenta a las administraciones en diversas reuniones.
—Hemos mantenido diversas reuniones, de hecho, hemos pedido a la concejala de playas, Dolores Palomino, que este año, al ser el primer año de nuevas estructuras, tengan eso en cuenta y tengan la sensibilidad empresarial y que el canon de concesión lo ajusten a la fecha de apertura. Eso es muy importante, es lo que estamos pidiendo y reclamando.
—Hay muchos hosteleros que están deseando abrir sus negocios de playa pero no pueden porque el chiringuito está en proceso de fabricación. ¿Quiere decir esto que le ha cogido el toro a todo el mundo?
—Sí. Se puede comprobar que los chiringuitos nuevos son de unas excelentes calidades en los que se mira mucho eso mismo y la calidad del proyecto. Son muy llamativos y algo más complejos de fabricar y de instalar.
—Este año se han quedado fuera de la concesión empresarios gaditanos tradicionales como han sido Paco Beardo del Marimba y Mikel Elorza de La Marea, hosteleros que habían logrado la Q de calidad y otros reconocimientos. ¿A qué se debe?
—Hay que tener en cuenta la baremación de las ofertas, en la cual se atendía al 85% a la oferta económica y el 15% a otras cuestiones dentro de las cuales pueden estar la trayectoria empresarial, la calidad y otras cuestiones como mejoras. Pero lo que ha quedado demostrado es que la gente ha acudido en busca de la concesión basándose en el tema económico. Dinero y punto. El que apostó por mejora, el que lo dio todo, como es el caso de esos dos empresarios que has mencionado, Beardo y Elorza, que tenían chiringuitos emblemáticos que no solo tenían la Q de calidad, que han sido un ejemplo a nivel provincial y nacional en cuanto a chiringuitos, a gestión, pues además de esa Q tenían la ISO 14001 de Medio Ambiente y la ISO 9001 de calidad también y además de eso todos los chiringuitos tenían la certificación de chiringuito responsable y son este tipo de cosas las que no se han tenido en cuenta a la hora de la adjudicación. Es un pliego de condiciones que ha tenido como consecuencia que la federación andaluza abra un contencioso contra el ayuntamiento por este tipo de subastas.
—Viendo el ritmo tan cadencioso con que se abren estos locales vamos a estar inaugurando chiringuitos hasta agosto?
—Espero que no (risas). Hay dos abiertos y uno a punto de hacerlo cercano a Isecotel, aunque todavía no se ven ni los módulos de los que vienen a continuación.Yo sí los he visto en fábrica y están a punto de llegar.
—Cuanto tiempo transcurre desde que el modulo llega a la arena y puede inaugurarse el chiringuito, una vez realizadas todas las obras, las acometidas, la luz el agua, etc?
—Puede tardar como mucho unos 15 días, aproximadamente entre 10 y 15 días porque luego también la instalación del chiringuito en la arena es muy costosa. Ten en cuenta que necesitamos la grúa unos dos o tres días. Antes, con los chiringuitos antiguos la grúa solo trabajaba un día o incluso medio para instalar el chiringuito en el módulo. Ahora hay que instalar la pérgola y esta va con grúa. Aparte tiene que quedar el suelo muy bien nivelado, es otro tipo de instalación y de construcción muy diferente a la que teníamos.
—Hablando de empleo y desempleo, en una zona tan deprimida como es Cádiz, ¿este tipo de demora afectará a la cifra del paro, no? ¿Todos estos retrasos medidos en jornadas de trabajo se pueden traducir en menos empleo creado?
—Hay que tener en cuenta que de empleos directos cada chiringuito crea entre 12 y 15 puestos de trabajo mínimo. Eso habría que multiplicarlo por 9 que son los de Cádiz capital y que cada uno saque sus propias conclusiones. Es incomprensible e inexplicable que con el paro que hay no avancen las administraciones como deberían hacerlo. Se nos han ido dos meses, mayo y junio, con una cantidad de empleo que hemos perdido impresionante, y te digo como empresario que es muy triste. A mí me llama mucha gente y les tengo que explicar todo esto, que no les puedo contratar y no es por mi culpa y te das cuenta de situaciones familiares muy tensas y muy duras debidas a la falta de empleo.
—¿Se va a solicitar un prorrateo del canon anual por los meses perdidos?
—El lucro cesante es obvio. Hemos pedido eso y una medida de gracia como pueda ser una ampliación de horarios y que se avengan a razones por el tiempo perdido. Si vivimos del turismo, no podemos echar al turista de la playa a las 12 de la noche. Siempre que se respete a los vecinos y no haya ningún tipo de problema es obvio que el horario se debe ampliar. Eso nosotros los tenemos en cuenta y queremos que lo tengan en cuenta las administraciones.
—Volviendo al principio. Tú representas a hosteleros de playa y otro tipo de instalaciones como puedan ser las ludotecas y los parques infantiles y la única instalación en este sentido que había en la playa gaditana era la Ballena Azul.
—Nosotros representamos a todos los empresarios de la playa, desde alquiler de hidropedales, paddle surf, actividades deportivas, chiringuitos, quioscos, y también ludotecas de playa, obviamente. En el caso concreto de la Ballena Azul, el año pasado hizo 15 años prestando sus servicios en la Playa Victoria y es algo muy triste ver desaparecer algo así, que era un emblema de la playa, que era la ilusión de niños, niñas, padres y madres y que permitía a muchos padres dejar a los niños, celebrar cumpleaños y todo tipo de fiestas infantiles, excursiones de guarderías. De hecho, la guardería Pekes inauguraba el curso allí y se estaba convirtiendo en tradición los concursos de castillos de arena... Yo no doy por perdida esta concesión, seré optimista pero la administración se debe sentar a reflexionar sobre esto y escuchar y ver que falta un servicio y hay una demanda ciudadana. Los errores los cometemos todos. Entiendo que es un error y muy grande pero estan a tiempo de que vuelva este servicio a la playa que sea otra empresa o la mía, porque saldría a concurso y que gane el mejor.
—Volviendo a nivel provincial, el retraso de las instalación de los chiringuitos es algo endémico, no es solo a nivel de la capital, ¿verdad?
—En el Puerto de Santa María, ha sucedido una situación muy similar a la de Cádiz, han cambiado todos los módulos y ha habido una empresa de Madrid o de Burgos que se ha llevado 3 o 4 concesiones y eso es algo que consideramos que es una aberración. La asociación esta en contra de eso y tendemos a que cada concesión sea para una persona jurídica, es decir, un chiringuito por familia, para que haya un reparto justo. Eso es parte del sistema de concesión de las adjudicaciones al primar lo económico, dado que se lo lleva el mejor postor sin que exista la condición de que aquel que ya haya logrado un chiringuito no pueda seguir pujando por más y quede eliminado de las demás pujas. Eso también ha pasado en Cádiz. Hay quien antes tenía uno y ante el temor de perder su negocio ha optado a más de uno y se ha llevado dos chiringuitos. Tenían que apostar ya que si llevas diez años o más viviendo de un chiringuito es tu modo de vida, no puedes dejarlo pasar y tienes que jugar todas las cartas que puedas.
—También es parte de culpa de ello que las adjudicaciones sean todas en el mismo año y no unas subastas escalonadas. ¿Crees que las administraciones prestarán oídos a las observaciones de los empresarios?
—Eso espero, yo soy optimista y creo que deben de escuchar a los que realmente sufren del mal funcionamiento de este tipo de actividades.
—Fernando, ¿qué queda?, ¿rezar para que el buen tiempo dure hasta diciembre?
—Confiemos en que sí (risas). Es muy importante que haga bueno el mayor tiempo posible porque si nos pilla como el año pasado que hubo dos semanas ininterrumpidas con levante....pues vamos dados, porque eso es solo restar y restar y, por el otro lado, suma y paga. Al final solo salen beneficiados los ayuntamientos y los bancos.
—Vamos a tu local. Tu eres propietario del chiringuito El Barco, de Santibáñez, con sus famosos espetos. ¿Cómo se presenta el verano?
—Bueno, también tenemos en proyecto la apertura de otro chiringuito en Chiclana y no te puedes ni imaginar la cantidad de pegas que nos están poniendo por parte del ayuntamiento. El Barco va aparte porque salió más tarde que el resto de chiringuitos de Cádiz, aunque se lo han pensado mucho porque quedando tres años de concesión hasta el ultimo momento no sabíamos que íbamos a hacer. Date cuenta de que a la Ballena Azul le quedaba un año más de concesión y cortaron automáticamente y a otros chiringuitos les paso lo mismo.
—¿Eres optimista en cuanto a este verano?
—Bueno, verás, el publico hace que lo sea. El otro día me llamo una señora de Valencia preguntándome si íbamos a tener espetos el próximo día 2 julio porque su marido tenía muchas ganas de comerlos otra vez y cosas así son las que te ayudan a ir hacia adelante. En Chiclana vamos poco a poco, es un caso peculiar, ten en cuenta que de sombrillas y hamacas no hay nada instalado en la playa y no hay visos de que los haya. Es una playa con bandera azul pero los servicios brillan por su ausencia. Mira, te pongo un ejemplo, el hotel Riu, uno de los más emblemáticos de Chiclana con casi 800 habitaciones y capacidad para 2000 clientes, debajo del hotel no hay ningún tipo de instalación aún y eso es desastroso y penoso porque no estamos dando un servicio que el cliente se merece.
—Es cierto, queremos mover la economía con el sector servicios y los servicios no se adecúan a la demanda.
—Esta claro que no basta con tener un hotel bueno, sino que esto tiene que acompañarse de una serie de prestaciones al margen. Si tú sales del hotel y no tienes nada, es una queja muy repetida entre los clientes y demuestra que las administraciones no escuchan ni a los turistas. Mira, abren los servicios a las 11 de la mañana, que es un horario español, si tenemos un alto porcentaje de clientes ingleses o alemanes que están en la playa desde las 9 de la mañana...
—Pide un deseo, Fernando.
—Pues que abra el chiringuito, que me dejen abrirlo y así poder dar trabajo a la gente que lo viene recamando y a la gente que lo necesita. Hazte a la idea de que solo en Cadiz capital habría 200 personas más trabajando si estuvieran los chiringuitos abiertos. Luego haz la cuenta con el resto de la provincia. Y hablamos de empleos directos. Luego están los transportistas, proveedores... Esperanza tenemos. Lo que hace falta es que los de arriba se sensibilicen y la bandera azul de la que tanto presumen no sea solo para la foto política y vaya mucho más allá. Que los políticos vayan a la arena de la playa y la pisen para que la playa tenga los servicios que tiene que tener.