El portavoz del Grupo Municipal Popular, Ignacio Romaní, ex presidente de la empresa municipal de Aguas de Cádiz, ha anunciado, tras tener conocimiento del informe realizado por los que fueran técnicos de la empresa municipal durante el corte del suministro de agua en el barrio de Loreto en octubre de 2014, que “lo llevaremos a la Fiscalía”, a la vez que advirtió que pedirá la dimisión del alcalde de la ciudad, José María González Santos, por mentir y por “imputarnos un delito que se llama intento de envenenamiento”, después de que acusara a los anteriores gestores de la ciudad (PP) del suministro a sabiendas de agua contaminada en el barrio de Loreto.
Romaní añadió que se solicitará la dimisión del alcalde, del concejal de Medio Ambiente, Manuel González Bauza, y del asesor que ejerce de jefe de Gabinete de Alcaldía, José Vicente Barcia.
Durante su intervención, Romaní aseguró que el alcalde dijo muchas mentiras el pasado 7 de marzo y otras medias verdades, usando un informe que “no era definitivo”, puesto que la oposición solicitó un documento paralelo, realizado por los técnicos que en su día trabajaron "a pie de zanja". Para ello, han solicitado al secretario municipal el acta de dicha comisión de sostenibilidad. Asimismo, acusa al alcalde de enseñar una parte de los análisis y obviar el cuadrante donde se muestran los contrastes realizados en esos mismos puntos.
Tras la entrega de este informe en el Ayuntamiento y en Aguas de Cádiz, el Grupo Municipal Popular va a solicitar la convocatoria urgente de la comisión de sostenibilidad, para indicar que dicho informe también se traslade a la Fiscalía. “Y si ellos no lo hacen, nosotros mismos lo llevaremos”. En dicho informe, los técnicos afirman haber tomado las medidas necesarias y que no se ha procedido “en ningún momento a suministrar agua potable con conocimiento de no ser apta para el consumo”.
Los populares recalcan que en el barrio de Loreto “no existe un punto de autocontrol para la toma de muestras, éstas se realizan a ras del suelo sin los medios higiénicos oportunos”. Por eso, en el momento en el que los análisis dan positivo se llevan a cabo los contrastes que dieron resultados que afirmaban que se trata de agua “limpia y consumible”, porque el contraste siempre da negativo esos días previos al corte del suministro.
Romaní acusó al Gobierno local de saber que “hay infinidad de análisis de contrastes que daban cero en las analíticas de la UCA, y qué casualidad no aparecen ni en el resumen que se facilita a los vecinos ni en el que se da a los medios de comunicación”.
Sin embargo, en aquel momento, los técnicos de Aguas de Cádiz, añade Ignacio Romaní, “por celo profesional abrieron 11 puntos de toma de muestras en el barrio y siguieron investigando”. El día que ofrecieron los resultados alarmantes, los técnicos cortaron el suministro “por responsabilidad “. Para el dirigente popular, “es duro ver que un alcalde ponga en entredicho a unos técnicos. Todos trabajaron de manera ejemplar para salvaguardar la salud de sus vecinos “.
