Son las terceras navidades que vive el equipo de Gobierno de Cádiz, formado por Podemos y Ganar Cádiz en Común. Mientras que al alcalde, José María González, repasaba a final de año en convocatoria con los medios afirmando que “ha sido un año muy duro”, pero a la vez se refería a 2017 como especial, desde los grupos de la oposición se le achacaban cuestiones como la falta de liderazgo, que no estén aprobados los presupuestos de 2018 y la incapacidad de la gestión.
Desde el Gobierno local se ponen un punto positivo a la hora de hablar de la reducción de la deuda en 72 millones de euros, así como en la reducción del periodo de pago a proveedores. Afirman que han generado futuro, han puesto las bases para la construcción de vivienda y peleado por los derechos, a través de los bonos sociales.
Como logros han destacado el carril bici, las viviendas, la participación de colectivos en cuestiones políticas de la ciudad, como la ordenanza de mesas y sillas o la peatonalización.
Si hay que reconocer al Gobierno local ciertos cambios en la gestión, como su afán por la configuración de mesas participativas o las medidas para probar la peatonalización en distintas zonas de la ciudad, que hacen que el gaditano pueda comprobar en directo cómo le afectarían estos cambios en su día a día. Sin embargo, ha habido cuestiones en las que han intentado llevar a cabo cambios pero que se les han vuelto en contra porque no han sido capaces de terminar con la gestión, como ha sido la eliminación de la que fuera gerente de la Fundación de la Mujer que aún no ha encontrado sustituto y eso ha puesto en marcha la maquinaria de los grupos de la oposición.
Asimismo, en Servicios Sociales se auguraba un plan estratégico para este año que aún no han terminado, cuando la última fecha que dieron era el mes de octubre. Sin embargo, decidieron hacer cambios como abrir el libro de citas para agilizar el procedimiento de concesión de las ayudas sociales y salieron a la luz las denuncias de los usuarios y de los medios de comunicación por las colas que se generaban, donde había ciudadanos que se apostaban en la puerta de la delegación de la calle Zaragoza desde media noche. No obstante, desde el equipo de Gobierno consideran que “se ha eliminado la lista de espera en el servicio de ayuda a domicilio, que tenía peticiones sin atender desde 2010 y se ha actualizado el sistema de citas para agilizar y reducir la lista general de usuarios”.
Tampoco se ha quedado atrás la delegación de Parques y Jardines, que comenzara el año con un nuevo delegado municipal, Álvaro de la Fuente, que ha focalizado su labor, principalmente, en la municipalización de los servicios de limpieza de arena, de limpieza de los módulos de las playas y salvamento y socorrismo. Tras el verano comenzaba la municipalización de dichos servicios, que tampoco ha estado exenta de polémica por parte de las trabajadoras de la limpieza, que han estado apoyadas por el sindicato UGT.Sin embargo, no puede considerarse como punto positivo que aún no se haya adjudicado el nuevo pliego de parques y jardines, que finalizaba en abril de este año, y el de limpieza, que finalizaba el 31 de julio, cuando su gestión ha levantado las quejas de vecinos de la ciudad en los últimos meses. También hubo un punto negó en materia de salubridad, denunciado por la oposición, con la que denominaron como una plaga de ratas, que desde el equipo de Gobierno han negado en varias ocasiones.
En vivienda, Eva Tubío, edil del área, declaraba que si durante el primer año de funcionamiento del protocolo antidesahucios se resolvieron 76 casos, lo que se corresponde con un 48,7% de los atendidos, en este segundo año hemos incrementado la media llegando a 143 casos, es decir un 50,9%.
En cuanto a Fomento, poca acción relacionada con el empleo y las iniciativas para evitarlo. Destacan las ayudas reembolsables a la creación y consolidación empresarial y la esperanza en que el desarrollo de los fondos de la Estrategia para el Desarrollo Urbanos Sostenible e Integrado (Edusi), pero poco se sabe del proyecto del plan estratégico de empleo o del plan de fomento de la economía social, entre otros. Sí que se ha visto las buenas relaciones con la Junta de Andalucía después de que le hayan dado el visto bueno a una escuela taller y a un taller de empleo para la ciudad. Gracias a ese nuevo clima negociador a finales de noviembre el delegado territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Ángel Acuña, entregaba a cada uno de los propietarios de los chiringuitos de Cádiz las resoluciones por las que se les notifica que son los nuevos titulares de la concesión para ocupación del Dominio Público Marítimo Terrestre que hasta ese momento ostentaba el Ayuntamiento de Cádiz, y que desde entonces recae en los actuales explotadores.
Habrá que ver cómo continúan esas relaciones con el Gobierno andaluz con proyectos como Matadero, el Balneario de la Palma o el Museo del Carnaval, entre otras acciones pendientes.
Dentro del repaso del año no pueden quedar fuera situaciones que han levantado polvareda en el seno del arco plenario como fueron el izado de la bandera republicana, que incluso sufrió el sabotaje; la visita del concejal de Bildu en Pamplona, Xosé Martín Abaurrea; los cambios en el consejo de administración de Onda Cádiz, la petición de dimisión del edil de Hacienda, David Navarro al no cumplir con su órdago de la venta de los módulos para hotel en el Estadio Carranza;los insultos que se vivían en el Pleno tras la decisión del alcalde de aplazar el debate de la municipalización. El año ha terminado con otro frente sobre la mesa: el cambio del nombre del Estadio Carranza, aunque el alcalde ya ha dicho y reiterado que no lo considera un asunto urgente, aunque sea en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.