José Pacheco, concejal del PSOE que se estrenaba en primera línea de batalla política esta legislatura, cumplirá los 51 coincidiendo con el próximo curso escolar. Un mundo, el educativo, que le apasiona desde que era muy joven. De ahí que estudiara Magisterio y Psicopedagogía, obteniendo plaza con Educación Física, aunque posteriormente pasó a Secundaria. Entremedias hizo la diplomatura de Enfermería, que nunca ha ejercido. Consiguió la plaza de orientador en el Instituto Fernando Aguilar. Concursó para una plaza de jefe de servicio del Instituto Andaluz de Juventud donde viene ejerciendo desde hace cinco años.
Entre sus aficiones se encuentra el senderismo, salir de campamento, algo que le llega a través de los scouts, con los que sigue trabajando a través de la formación de monitores. También ha estado vinculado a La Salle. Fue cooperante en Etiopía durante dos veranos con Proyde “algo que me marcó la vida y lo tengo presente como si fuera ayer”.
¿Cómo se relacionó con el mundo de la política?
–Todo comenzó cuando entre 2000 y 2001 estuve de comisión de servicios en la delegación provincial de Educación, llevando el tema de orientación pero desde la delegación. Ahí tuve contactos con los políticos. A través de ellos me afilié en el PSOE y a partir de ahí me dedique en el partido, en segunda línea de batalla, a temas educativos y a cuestiones asociativas.
¿Cómo pasó a primera línea de batalla?
–En diciembre del 14, Fran me pide que le lleve a conocer asociaciones de la ciudad. Tras una tarde en Calor en la Noche, quedamos al día siguiente y me lo propuso aunque yo nunca me lo había planteado. Pero cuando no dormí fue cuando me dijo que las listas estaban ya casi hechas y que me ponía en el número 3. Me entró un tembleque en casa, que mi pareja me vio sentado como si estuviera en shock.
¿Qué primer recuerdo tiene de su entrada en el Ayuntamiento?
–Recuerdo llegar agotado, cansado. Fueron dos o tres semanas muy intensas. Todo me resultaba como muy nuevo, Traía muchos nervios, como si cayera encima de mí una enorme responsabilidad. De estas 27 personas depende la ciudad, y yo soy una de ellas. Aquí hay que dejar todo el hígado. Ahora ha cambiado porque para mí el Pleno se ha desmitificado un poco. Nosotros queríamos darle una utilidad como verdadero parlamento para que se llegara a acuerdos, pero en estos tres años se ha demostrado que era más de lo mismo. Han sido muchos debates infructuosos, donde se aprueban cosas que no se hacen. Conseguir que el Pleno adquiera su sentido sería uno de nuestros grandes retos.
¿Qué le falta al PSOE para gobernar?
–Demostrar la valía que tenemos y terminar de conectar con la ciudadanía. El PSOE ha estado en otras historias y momentos, pero desde la última legislatura, el PSOE sí hizo las tareas, se dio cuenta de que había estado más pendiente de asuntos internos que de la ciudadanía, pero cuando se configuró una nueva ejecutiva se buscó un equipo competente, se empezaron a unificar todas las sensibilidades. Ahora estamos con un partido muy cohesionado, remando en una misma línea. Se hizo una lista pensando en capacidades de gente. Gente que si se cogía el Ayuntamiento pudiera trabajar desde el minuto uno.
¿En qué debe trabajar ahora el PSOE?
–Creo que vamos en buena línea, y a lo mejor damos el pelotazo. Soy muy optimista pero si la ciudadanía realmente nos conociera y viera todo lo que aportamos como la remunicipalización de los servicios de playas o el cinturón universitario o cuestiones que hemos llevado a Pleno como el plan de vivienda, el de empleo , que al final se han quedado en el cajón.
¿Cómo ve el papel del Gobierno local?
–Ha perdido muchas oportunidades. Ha perdido mucho tiempo en enterarse dónde estaba. Esa es la diferencia con nosotros. Tienen un equipo de gente poco preparado, que surgió de los círculos pero que no estaban preparados para asumir la gestión de una ciudad tan compleja como Cádiz.
¿Algo positivo del equipo de Gobierno?
–Las ideas. Conectan con nosotros: la eficiencia energética, una ciudad más amable, la remunicipalización. Son ideas positivas que han venido a dar un aire diferente con respecto a lo que nos tenía acostumbrado el PP.
¿Qué diferencia hay entre el PSOE y Podemos?
–La capacidad y la solvencia. Ideológicamente coincidimos mucho. La mayoría de la ciudadanía votó izquierda en 2015, si sumamos los votos de las tres fuerzas de izquierdas, era mayoritaria y por eso facilitamos un Gobierno de izquierdas y yo creo que el año que viene se volverá a votar a la izquierda. Queriendo lo mismo, nosotros somos capaces de hacerlo, esa es la diferencia.
¿Le beneficia al PSOE su marca en Cádiz?
–Ahora nos viene bien. En 130 años de historia tiene sus luces y sombras. Pero España no es lo que es si no llega a ser por el PSOE, que es quien ha traído el progreso y modernizado España, con cuestiones como LGTB, Igualdad, Dependencia… No se equivoca quien no hace nada.
¿Qué relación hay en el grupo municipal?
–Nos complementamos, nos ayudamos, tenemos un grupo de whatsapp que hierve todos los días desde primera hora. Detrás de nosotros hay un montón de gente que trabaja y aporta. Estoy convencido de que para gobernar una ciudad hay que hacerlo en equipo. Fran es la mente política, pero a su lado hay un equipo técnico. Tenemos un grupo que se llama Pitagóricos que estudia cada euro de los presupuestos. Y están ahí. Nosotros cinco no podríamos hacer todo eso. Es gente que nos ayuda a cogobernar desde la oposición.
¿Qué percibe en la calle?
–Veo que la gente está empezando a desencantarse, a darse cuenta de que le prometieron la luna. Que los jóvenes no se iban a tener que ir que no iba a haber desahucios y la realidad es que la ciudad está parada, envejecida. Y la gente está empezando a verlo.
¿Cómo evalúa su trabajo en estos tres años?
–Cuando haga la evaluación de los cuatro años lo haré por lo que yo he hecho, no por lo conseguido, porque no depende de mi. He luchado porque las asociaciones de vecinos tuvieran su sitio en la ciudad. Este equipo de Gobierno llegó con la intención de ningunearlas y querer cargárselas. Algo que me parecía de una ingratitud, con quienes construyeron la participación ciudadana. Con el trabajo con las asociaciones estoy satisfecho, tenemos un nuevo Reglamento de Participación Ciudadana. El Plan de LGTB está parado y se quedó en agua de borrajas. Somos nosotros quienes tuvimos que reivindicar un concejal de Igualdad, y lo hizo hace seis o siete meses. El movimiento se demuestra andando, lo primero era una concejalía de Igualdad, pero no se puede caer en la cuenta porque nosotros te lo decimos.
¿Se ve en la próxima legislatura?
–Depende de lo que diga el partido en la ejecutiva. Esto es un servicio, aquí no se debe de perpetuar nadie. A nivel personal, dependerá del proyecto. Entiendo que hay gente que está dándolo todo en el partido, cualquiera sería válido para estar en una u otra posición. El proyecto de ahora me enamora. Si lo tengo que defender desde las líneas internas, estupendo, si es externo, también.