La vuelta a las aulas no será fácil. El personal docente tiene claro que quiere volver, pero quiere hacerlo garantizando la seguridad para todos los usuarios de la comunidad educativa. Desde la Junta de Andalucía se ha facilitado una serie de indicaciones a los centros públicos de cara al próximo curso adoptando medidaspreventivas de salud pública. De esta forma, cada centro deberá elaborar su propio protocolo de actuación COVID-19.
“Nos piden que hagamos un protocolo sin darnos recursos, medios, asesoramiento, ni ningún tipo de facilidad”, expone Carmen Santana, directora del IES Rafael Alberti. “A día de hoy estamos trabajando con el mismo número de profesores que el año pasado, y tampoco tenemos refuerzos de limpieza”. Este instituto cuenta actualmente con una sola limpiadora para todo el centro. Se supone que habrá un refuerzo, pero el aún no tienen nada notificado.
“Todo el esfuerzo que tenemos que realizar para que el centro sea seguro tenemos que hacerlo las directivas”, expone. Y es que hasta el mes de septiembre no les será asignado a cada instituto y colegio un experto del centro de salud para que forme parte de la Comisión de Covid.
Alberto Román, director del CEIP Reyes Católicos, expresa que “no puede caer todo el peso sobre los directores de los centros; lo único que reclamamos es un mayor apoyo”. Román considera que es muy complicado llevar a cabo todas las medidas que exigen con los recursos existentes. Ventilación de aulas, limpieza exhaustiva, distancia de seguridad, grupos burbuja. “Las instrucciones indican que entre el 1 y el 10 de septiembre tiene que estar hecho el protocolo y las familias informadas del mismo, aunque son realmente siete días lectivos. No da tiempo de todo”, argumenta.
Uniendo fuerzas
Los directores y directoras de los Institutos de Enseñanza Secundaria de Cádiz (IES La Caleta, IES Cornelio Balbo, IES Fernando Aguilar Quignon, IES Columela, IES Drago, IES Fuerte de Cortadura, IES Rafael Alberti e IES San Severiano) han realizado conjuntamente un escrito remitido al Delegado Territorial de Educación en la provincia, Miguel Andreu.
En ella le transmiten su “preocupación y malestar ante la incapacidad de llevar a cabo de manera responsable y efectiva, las medidas organizativas previstas”. Exponen la dificultad para poder garantizar la distancia de seguridad, algo “imposible con las infraestructuras que tienen nuestros centros educativos y la ratio actual”.
Otro de los problemas es respetar los llamados “grupos de convivencia escolar”, que evitan que se mezcle el alumnado. Sin embargo, en secundaria y Bachiller los grupos se ven obligados a hacerlo por la optatividad de asignaturas. Asimismo añaden problemas para mantener el nivel de higiene y limpieza necesarios, dificultades ante la sobrecarga de trabajo y tareas para el personal del PAS y un uso desmedido de la “autonomía de los centros”.
Por todo ello una ampliación del número de ordenanzas, personal de limpieza (incluyendo la incorporación a final de agosto de las contratas de limpieza), personal administrativo y personal docente. "Dicha ampliación debe garantizar la apertura de los centros que dirigimos con todas las garantías de seguridad e higiene y deben posibilitar la atención, casi individualizada, que tendremos que dar a nuestro alumnado".
Piden también un visado por parte de la UPRL de las medidas adoptadas en los centros, "ya que, de no ser así, los protocolos de actuación COVID-19 habrán sido elaborados por personas sin conocimiento ni especialización alguna, lo que no nos asegura la presencialidad segura”.
Además requieren autorizar y respaldar a los centros en las medidas paliativas para evitar la saturación de alumnado, como: salida del alumnado de Bachillerato y de Ciclos formativos menor de edad en los recreos; salida anticipada del alumnado ante la ausencia de profesorado; utilización de espacios públicos cercanos a los centros para impedir aglomeraciones en los recreos, etc.
Finalmente "autorizar y respaldar a los centros también para una organización lectiva más flexible, que permitiera una asistencia rotatoria a clase, complementada con desarrollo del currículum telemático (única alternativa factible a estas alturas a la masificación de las aulas). A circunstancias excepcionales, debemos aplicar medidas excepcionales, porque la alternativa que todos tememos es tener que volver a cerrar aulas o centros enteros".