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Campo de Gibraltar

El cable submarino del proyecto Medusa llega al Campo de Gibraltar

Se trata de la mayor conexión de fibra óptica del Mediterráneo, que tendrá dos puntos de conexión en Atlanterra y Torreguadiaro

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  • Esquema del recorrido del cable del proyecto Medusa. -

La compañía AFR-IX Telecom (con sede en Barcelona) y Alcatel Submarine Networks (ASN, que forma parte de Nokia) están llevando a cabo la instalación del cable submarino Medusa para conectar el sur de Europa y el norte de África con fibra óptica, que ahora llega a su paso por el Estrecho.

El proyecto implica una inversión de 326 millones de euros y será “el cable submarino de fibra óptica más largo del Mediterráneo”.

España tendrá tres puntos de conexión, dos de ellos en la comarca, en Tarifa (se preveía en Zahara de los Atunes)  y en San Roque. Son estaciones ubicadas alrededor del estrecho de Gibraltar, que suman a la Barcelona Cable Landing Station (Barcelona CLS).

Hoy, lunes, se abre, tras su publicación del viernes en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), el plazo de exposición pública de la concesión de ocupación de bienes del dominio público marítimo-terrestre en San Roque solicitada por AFR-IX Telecom, S.L.U. para la instalación del cable submarino de fibra óptica del proyecto Medusa, con aterrizajes en la playa de Atlanterra, en Tarifa, y en la playa de Torreguadiaro, en San Roque.

El cable también reforzará las comunicaciones entre el Mediterráneo y el Océano Atlántico, y enlazará las principales islas del Mediterráneo como son Sicilia y Creta. Éste se inicia en Lisboa y finalizará su recorrido en la ciudad egipcia de Port Said, pasando por países del Mediterráneo, y contarán con 16 puntos de aterrizaje en países como Portugal, Marruecos, España, Francia, Argelia, Túnez, Italia, Grecia y Egipto. El cable de nueva generación prevé entrar en funcionamiento en 2024, con la activación del primer tramo que conectará Lisboa, Barcelona y Marsella.

Reforzará la red de cables submarinos de fibra óptica ante una demanda creciente de tráfico de datos -incremento de un 40% anual- y en un contexto en el que los cables submarinos sostienen el 98% del tráfico de internet. Hará posible, por ejemplo, que la latencia de la conexión entre Barcelona y Sicilia sea sólo de 5,57 milisegundos.

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