Ecologistas en Acción ha llevado a cabo una protesta en aguas de la bahía de Algeciras ante la refinería de Cepsa en San Roque (Cádiz), contra el uso de aceite de palma en la fabricación de biodiésel.
En una nota, el colectivo ecologista explica que un grupo de activistas, a bordo del velero “Diosa Maat”, han recorrido el pantalán de la refinería portando una pancarta con el lema “Si es palma, no es bio”.
Denuncian que el biodiésel fabricado a partir de aceite de palma “está provocando la deforestación de numerosos bosques tropicales y, en consecuencia, la desaparición del orangután y otras especies de flora y fauna de esas zonas” y considera que la agroindustria, principalmente la soja, la ganadería y la palma aceitera, es la “causante de más del 80 por ciento de la deforestación tropical en el mundo”.
En concreto, según la organización ecologista, en el periodo 2017-19, la planta de biodiésel de Cepsa en San Roque ha consumido más de 250.000 toneladas de aceite vegetal de palma y más de 100.000 Ton de aceite vegetal de soja.
Las activistas señalan que el estrecho de Gibraltar se ha convertido en un “paso clave” de estas materias primas “causantes de la expansión agrícola en el Sur global para alimentar una ganadería industrial insostenible en la UE, así como los tanques de los coches de un modelo de movilidad caduco”.
Además, denuncian que no hay datos sobre la trazabilidad de los buques cargueros y los contenedores que transportan productos como aceite de palma o aceite de soja, procedentes de los mayores comerciantes del mundo.
En 2020, España continuaba siendo el mayor productor de biodiésel en la UE y uno de los tres países con mayor dependencia de aceites vegetales importados para la producción de biocombustibles, apunta Ecologistas en Acción.
El 82 % del biodiésel procede de la soja, la palma y la colza, siendo el aceite de palma la principal materia prima para fabricar biocombustibles. Ese mismo año, las refinerías de biocombustibles en España transformaron 1,76 millones de toneladas de aceite de palma en biodiésel, de la que una parte se elabora en la planta de Cepsa de San Roque.
La petrolera se asoció en 2017 a Golden Agri Resources (GAR), productor líder de aceite de palma cuyos negocios en Malasia e Indonesia concentran el 87% de la producción de aceite de palmiste.
Ecologistas en Acción recuerda que el acto delegado de la Comisión Europea en 2019 incluía el aceite de palma como materia prima de alto riesgo de causar cambios indirectos en el uso de la tierra (ILUC, por sus siglas en inglés).
Lo hacía a raíz de un estudio que evidenció que las emisiones GEI asociadas a la producción de biocombustibles de palma son tres veces más que las del diésel fósil. Una medida que derivó en aprobar la eliminación gradual en 2030 de este tipo de biocombustibles.
Antonio Muñoz, miembro de Ecologistas en Acción en el Campo de Gibraltar, afirma que “a pesar de todas las evidencias científicas, petroleras como CEPSA siguen importando grandes cantidades de aceite de palma para la fabricación de combustibles que pintan de verdes, sin tener en cuenta sus graves impactos ambientales y sociales”.
Ante la “falta de ambición” y resultados en la reciente revisión de la Directiva sobre Energía Renovables (RED), que debía adelantar la fecha para la eliminación progresiva de los biocombustibles de palma e iniciar la eliminación progresiva de los biocombustibles de soja, Ecologistas en Acción reclama al Gobierno de España que dé un paso al frente. Por ello, exige que se adopte la propuesta del Parlamento Europeo de abandonar la palma y la soja en 2023, y que siga la senda marcada por nueve países de la UE que ya han eliminado estas materias primas de sus combustibles.
Marta García Pallarés, coordinadora de la campaña de biocombustibles de Ecologistas en Acción, concluye: “Con acciones como la de hoy queremos informar a la ciudadanía de la oscura realidad detrás de unos combustibles que nos venden como limpios. También animarla a que apoye nuestra demanda al Gobierno para que España se sume a los países que ya han decretado el abandono de biocombustibles a base de palma y soja. España tiene la oportunidad de dar un paso al frente anunciando el fin inmediato de estas materias primas en nuestros depósito”.