Dos subastas y un intento de adjudicación directa desiertas. Nadie se ha interesado a lo largo de este año por hacerse con el 50% del Palacio de Congresos de La Línea, que era propiedad de Ámbito Sur Hoteles SL (Asur). La otra mitad del inmueble era propiedad municipal.
Las deudas que la empresa mantenía con el Ayuntamiento, superiores a 1,4 millones de euros en varios impuestos, principalmente en IBI (Impuesto de Bienes Inmueble) provocó que la Unidad del Servicio Provincial de Recaudación y Gestión Tributaria de la Diputación de Cádiz sacara a subasta el 50% del edificio el pasado mayo (por más de 2 millones de euros). Tanto la primera licitación como la segunda quedaron desiertas. Lo mismo sucedió cuando en junio el organismo sacó el inmueble a adjudicación directa. No hubo ofertas.
La cláusula sexta de este expediente publicada en el BOP era muy clara: “Si el bien no fuese adjudicado, podrá ser adjudicado al Excmo. Ayuntamiento de La Línea, si así se propone por el Presidente de la Mesa a la Alcaldesa de La Línea de la Concepción o en quien delegue expresamente, quién acordará lo procedente”.
Y así ha sido. Lo han confirmado a EL FARO INFORMACIÓN fuentes de Diputación y también el alcalde, Juan Franco, que ha señalado esta semana que “el Ayuntamiento acaba adquiriendo el 50% del Palacio de Congresos”.
Es decir, y en sencillas palabras, la deuda de la empresa queda saldada al pasar a ser propiedad municipal el 50% del Palacio.
No obstante, el alcalde también ha recalcado a esta redacción que “en caso de que existiera una hipoteca, el Ayuntamiento tendría que subrogarse, aunque posiblemente el valor sea inferior al valor del inmueble que adquiere”.
Según figuraba en el BOP, existe un préstamo hipotecario con la entidad La Caixa por importe de 938.000 euros.
Valoración del alcalde
Para el primer edil, la finalización de este expediente y que el Ayuntamiento se convierta en propietario al 100% es una “doble buena noticia”. Por un lado, porque “el servicio provincial de Recaudación demuestra que está funcionando correctamente, ya que llega a culminar un expediente administrativo complicado” y, en segundo lugar, “porque el Ayuntamiento acaba adquiriendo un inmueble en el que se podrán desarrollar actividades culturales, eventos, etc.”
No obstante, reconoce que también conlleva un aspecto negativo: “Mejor hubiera sido que la empresa hubiera acabado pagando los tributos”.
Y ha precisado al respecto que “si se produce esta circunstancia es porque la empresa no tiene liquidez. Es una mala noticia en el sentido de que una empresa no funciona todo lo bien que es necesario y positivo para la ciudad”.
