Sevillano de nacimiento y funcionario de carrera desde hace más de 30 años, durante los últimos 13 José Medina ha sido superintendente de la Policía Local de Algeciras y en los últimos tiempos ha dirigido la Escuela de la Policía Local. Llega al cargo de coordinador del Estado en la comarca en sustitución de Nacho Macías sin un perfil político sino técnico y aprovechará su dilatada experiencia de trabajo en coordinación con las fuerzas y cuerpos de seguridad para el desempeño de su labor.
-Muchos se han sorprendido de su nombramiento por tener un perfil estrictamente técnico, no político. ¿Qué opina de ello?
–Para mi fue también una sorpresa cuando me llamó el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, y me propuso para el cargo. Conocía mi trayectoria y mi currículum y me comentó que tenía magníficas referencias sobre mi persona. Efectivamente, mi perfil no es político. Mi trayectoria ha sido profesional, ligada a la seguridad pública. Entré en la Policía Local en 1985 y fui ascendiendo categoría por categoría hasta llegar a la de superintendente, la máxima prevista en la Ley de Coordinación de las Policías Locales, donde desempeñé el cargo en pequeñas poblaciones y finalmente en Algeciras, donde he estado 13 años, un periodo bastante importante, por lo que me considero de aquí.
-Esa experiencia como jefe de la Policía Local se antoja muy útil para su nueva labor.
–Exactamente. Yo creo que mucho, porque el Campo de Gibraltar tiene una realidad compleja, distinta a la del resto de la provincia y la provincia, a su vez, distinta del resto de Andalucía. Es importante que la persona que venga sepa dónde viene y las claves, y en ese sentido me encuentro en situación de privilegio, pues por mi cargo he tenido un protagonismo importante en la relación con las cuerpos y fuerzas de seguridad. He trabajado con ellos fielmente y hombro con hombro durante 13 años, he aprendido mucho, me han ayudado mucho y he contribuido en lo que he podido. Además, tras casi 30 años como funcionario conozco la administración y cómo funciona, y la tercera pata es la implicación social y la vocación de servicio al ciudadano durante mi desempeño en la Policía Local, donde implantamos la Policía de Barrio entendiendo que el bienestar de los ciudadanos es lo primero y valorando la participación en la gestión de la vida pública.
-A nivel personal, ¿qué supone para usted asumir este cargo?
–Para mi supone un reto. Es una etapa muy ilusionante, es un cambio de esquema, pero creo que podemos hacer grandes cosas. Hay ganas de coayudar a solucionar problemas que he vivido yo mismo y el resto de la administración y ser una ayuda para el subdelegado, a quien me liga una magnífica relación. Él confía en mi y yo quiero responder a esa confianza con trabajo, eficacia y lealtad.
-La comarca vive un momento peculiar en el que problemas como el de la inmigración o el narcotráfico se han acentuado y han aparecido otros como el del ‘brexit’. ¿Cómo afronta esos desafíos el Gobierno?
–De momento, hay una conciencia importante que hay que atender las peculiaridades del Campo de Gibraltar, pero una conciencia real y se está trabajando para ello. El 'brexit' es un asunto complejo y está aquí el propio ministro para resolverlo como una de las prioridades del Gobierno. No seré yo quien hable sobre ello, pero se está actuando con un plan estratégico integral, que es lo máximo que se puede atender. Los otros dos problemas son externos del Campo de Gibraltar. El Gobierno y las fuerzas y cuerpos de seguridad trabajan en ellos desde que recordamos todos. Hay que mantener el esfuerzo y confiar en ellos. En la última crisis de inmigrantes, que ha sido un reto para Policía y Guardia Civil, ha habido una respuesta más que satisfactoria, y se ha mostrado el grado de eficacia e implicación de ambos cuerpos, así como las respuestas de los ciudadanos y el voluntariado, que forman parte del tejido de acción pública como grandes complementadores.
-¿Está de acuerdo en la necesidad de más medios de seguridad para las FYCSE en la zona?
–Creo que hay que tener consciencia de que la seguridad es una prioridad en el Campo de Gibraltar y que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado tengan todo lo que necesitan y el apoyo institucional del Gobierno.
-También hay un déficit histórico en materia de infraestructuras que lastra a la comarca...
–Efectivamente. No hay una intervención que sea exclusivamente en un solo sector. Se interviene sobre la realidad social y tiene repercusiones en todos los aspectos. Todo lo que no sea una solución integral llevaría a una situación temporal que con el tiempo volvería a la situación de origen.
-El Ayuntamiento está gobernado por el PP y la AGE y subdelegación de la Junta son socialistas. ¿La diferencia de color político será un obstáculo?
–Para mí, todas son instituciones públicas tenemos que trabajar lealmente y colaborar unos con otros. He colaborado institucionalmente con las fuerzas y cuerpos de seguridad, y creo que mi jefatura ha sido de entendimiento y cooperación con otras administraciones y otros cuerpos. No entiendo las relaciones institucionales de otra manera que con trabajo leal y colaboración recíproca.
-Por último, ¿cree que en el exterior se tiene una imagen distorsionada de la realidad del Campo de Gibraltar?
–Sin lugar a dudas. Creo que como se plantea la realidad del entorno de la ciudad es una gran responsabilidad por parte de los medios de comunicación. No se puede eclipsar lo bueno, que es mucho, que tiene el Campo de Gibraltar. Evidentemente, hay que informar, pero también ser consciente y responsable de que no es la característica principal, ni mucho menos. Las personas que no conocen el Campo de Gibraltar no pueden tener una mala imagen de algo que no se corresponde con la realidad. La prueba está en que la concepción que tiene una persona que es de aquí o que conoce la tierra a la que no conoce es completamente distinta. Tenemos que ser responsables. Hay que promocionar lo bueno. Tenemos un enclave magnífico natural que es la envidia de Europa, un Estrecho que es la envidia de los navegantes y, sobre todo, la cordialidad de toda la gente, en toda la provincia.