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La Policía Nacional lleva flores a la residencia de ancianos de Tarifa

Agentes del Puesto Fronterizo Marítimo premian así el sacrificio que han realizado durante la pandemia y adelantan el Día de la Madre

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Agentes de la Policía Nacional pertenecientes al Puesto Fronterizo Marítimo de Tarifa han entregado los residentes y al personal laboral de la residencia de ancianos San José unos ramos de flores como agradecimiento a la “labor realizada y al enorme esfuerzo y sacrificio que tanto trabajadores y por supuestos nuestros mayores están realizando en estas fechas debido a la pandemia de la Covid-19”.

Los agentes han decidido llevar a cabo este reparto tras conocer la “feliz noticia” de que los test realizados a los residentes en la residencia han resultado negativos en su totalidad, y dada la cercanía del Día de la Madre.

También les han entregado, para adornar sus jardines, numerosas plantas y flores a la residencia ubicada en Facinas, así como a los sanitarios y trabajadores de los centros hospitalarios de ambos núcleos urbanos del municipio tarifeño.

Según palabras del responsable policial en la frontera, “sabemos que solo es un detalle pero lo hacemos con la mayor ilusión y deseo de que al menos en el día de hoy se despierte una sonrisa en todas esas personas, somos muchos los que tenemos madres y padres mayores y que no podemos ver y abrazar y es eso sin duda lo más difícil de llevar pero con la responsabilidad de todos conseguiremos hacerlo muy pronto”.

Esta iniciativa, explica la Policía Nacional, ha sido realizada gracias a la “generosidad y colaboración desinteresada  de los empresarios de dos viveros de la zona”.

Los efectivos del Puesto Fronterizo Marítimo de Tarifa destacan que están dedicados “los 365 días del año las 24 horas del día al control de entrada y salida de territorio nacional y Schengen, labor de control fronterizo que  desarrollan con un elevadísimo nivel de rigor y profesionalidad puesto que de ello depende el control de nuestras fronteras”, pero por esta vez han decidido “romper esos límites, ya que en los servicios humanitarios y cuando de solidaridad se trata, no existen fronteras”.

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