Coincidiendo con la conmemoración del Día Mundial del Agua, el delegado municipal de Medio Ambiente, Roberto Palmero, ha dado a conocer en rueda de prensa
la aprobación por parte de la Junta de Gobierno Local del Plan de Gestión de Riesgo por Sequía (PGRS) de Chiclana de la Frontera, un documento que tiene como principal objetivo facilitar a Chiclana Natural, así como al Ayuntamiento de Chiclana, responsables de los sistemas de abastecimiento y saneamiento urbanos, las herramientas pertinentes para poder actuar ante situaciones de emergencia por sequía, dando así cumplimiento a lo establecido en el Plan Hidrológico Nacional.
Roberto Palmero ha mostrado su satisfacción por que el Plan “haya podido ver la luz después de que
hace ahora un año presentáramos su borrador. Desde entonces hemos seguido trabajando y el documento se ha ido enriqueciendo y mejorando, por ejemplo a través de las jornadas participativas que celebramos en el Centro de Interpretación del Vino y la Sal. También mediante el simulacro de funcionamiento que realizamos hace unos días, en el que activamos todos los protocolos tal y como si existiera una situación real de escasez de agua. Hasta el último momento se han estado añadiendo nuevas cuestiones que han posibilitado que contemos con una herramienta muy potente con la que anticiparnos a situaciones de emergencia”.
El documento ha sido elaborado por el Departamento de Agua de Chiclana Natural en colaboración con la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (AEOPAS) y al mismo se han incorporado las aportaciones del proceso participativo llevado a cabo en las jornadas del pasado 15 de noviembre de 2021, en las que participaron técnicos, expertos y responsables de entidades, tanto locales como foráneas vinculadas con el ciclo integral del agua de uso urbano, así como distintos agentes sociales del municipio.
En este sentido, el delegado ha explicado que “muchas de las cuestiones y demandas que fueron planteadas por los participantes en aquellas jornadas están ahora presentes en el Plan, como la necesidad de realizar un
inventario de las piscinas con las que contamos en el municipio, que es uno de los principales problemas que tenemos, no solo en lo relativo al consumo de agua, sino también como fuente de aprovechamiento para poder utilizar ese agua en escenarios graves de sequía. Igualmente, se han establecido compromisos para realizar estudios sobre
aguas subterráneas y pozos, incrementar el uso de agua regenerada o mejorar la coordinación con otros agentes implicados en un hipotético estado de emergencia por escasez de agua”.
“Hablamos de un Plan del que, según ley, tienen la obligatoriedad de disponer los municipios de más de 20.000 habitantes y que constituye una herramienta técnica clave en la planificación y anticipación ante un fenómeno climático tan adverso como la falta de agua”. Asimismo, es un instrumento organizativo mediante el que se establecen los mecanismos de actuación y coordinación para hacer frente a las emergencias por sequía que se puedan presentar en Chiclana. Este documento establece la respuesta desde el ámbito municipal ante las distintas situaciones y niveles de sequía en estado de Normalidad, Prealerta, Alerta y Emergencia, que requieren de distintas actuaciones en función de su estado. Igualmente debe servir para coordinar las actuaciones entre administraciones al objeto de minimizar los impactos ambientales, económicos y sociales generados en situaciones de eventual sequía.
Por último, Roberto Palmero ha puesto en valor que “
somos de los pocos ayuntamientos de la provincia que contamos con un plan de estas características ya aprobado, un documento que más allá de ser obligatorio es muy necesario para la ciudad. Chiclana va a estar preparada ante cualquier escenario que se pueda plantear, lo que unido a la mejora de las infraestructuras que venimos realizando y a la puesta en marcha de campañas de concienciación para el consumo responsable de agua, nos va a ayudar a conseguir ese equilibrio necesario en una ciudad tan compleja como la nuestra, en la que tenemos una población en constante crecimiento que se triplica con la llegada del verano, con todas las tensiones que ello supone para el suministro de agua. Es una de las tareas más importantes a las que nos enfrentamos, conjugar que haya agua para todos y que se haga un correcto uso de este bien tan preciado”.