La empresa municipal Chiclana Natural procede en estos días al tratamiento contra la plaga de la procesionaria del pino en el arbolado urbano de titularidad pública. La duración de los tratamientos contra este insecto, que tiene afectación exclusiva en las diferentes variedades de pino, será de 10 días y su aplicación corresponde a la empresa contratista Athisa, que ya ha comenzado las tareas.
El delegado municipal de Medio Ambiente, Joaquín Páez, ha explicado que “el tratamiento se han iniciado por los diferentes centros escolares que cuentan con ejemplares de pinos. Posteriormente se trasladará a parques y pinares públicos y los ejemplares existentes en el viario urbano. El objetivo es que la plaga de la procesionaria esté controlada en el municipio. Aún así la desinsectación tiene que realizarse periódicamente al tratarse de una plaga endémica”.
Los medios humanos y materiales que la empresa Athisa pone a disposición del servicio lo componen dos operarios y un vehículo todoterreno provisto de atomizador para la aplicación del tratamiento. Ésta es la primera de las dos intervenciones que se realizan a lo largo del año. La segunda se lleva a cabo llegado el mes de septiembre, cuando la procesionaria se encuentra en el desarrollo de su fase larvaria.
Páez ha recomendado a los propietarios de parcelas privadas que cuentan con ejemplares de pino que “realicen también los tratamientos oportunos de sus árboles, ya que son responsables del buen estado de conservación de los mismos, así como del estado general de sus parcelas”. Además brindó el apoyo de Chiclana Natural, en el sentido de que “cualquier persona que tenga dudas sobre qué tratamiento aplicar puede dirigirse a Chiclana Natural, donde se le informará oportunamente”.
De la misma forma el edil ha indicado que “en el caso de que las previsiones meteorológicas impidan en alguna jornada de las programadas la aplicación del tratamiento, éste se restablecerá desde el mismo momento en el que pueda llevarse a cabo con garantías de su efectividad”.
El tratamiento para este insecto se hace necesario dadas las molestias que causa la oruga en personas y animales domésticos. Las orugas están recubiertas por unos filamentos urticantes que se dispersan y flotan en el aire, produciendo irritación en piel, ojos y nariz. En las zonas de pinares, como el extrarradio costero de la localidad, este tipo de incidencias se prodigan en mayor número.
