El Córdoba acaricia la permanencia en Segunda División gracias a un tanto de Xisco que le ha dado la victoria (0-1) en Alicante frente a un Hércules que ha dado otro paso atrás en sus aspiraciones de permanencia en la categoría.
El conjunto andaluz ha sumado su tercer triunfo consecutivo, mientras el Hércules encadena ya seis jornadas sin ganar.
El Córdoba marcó en su primera aproximación al área alicantina. Gunino se zafó de los defensas que le cerraban el paso en banda derecha, se coló en el área y remató sin apenas oposición. Falcón evitó el tanto en primera instancia, pero no pudo hacer nada frente al remate posterior de Xisco, que aprovechó el rechace para inaugurar el marcador.
Antes del gol visitante, el Hércules ya había tenido otro contratiempo en forma de lesión, que obligó a Sardinero a abandonar el terreno de juego. Al cuarto de hora, el que tuvo que dejar el campo por el mismo motivo en el Córdoba fue López Garai.
El Hércules había mostrado interés en los primeros compases por adueñarse del balón, pero al tener que remontar ya se vio obligado a ello. El dominio de los alicantinos, no obstante, era estéril, sin profundidad y sin la rapidez de movimientos necesaria para superar la defensa cordobesa.
El cuadro andaluz vivió la primera mitad con gran tranquilidad y dio la sensación de controlar en todo momento el desarrollo del choque. Si acaso, el equipo entrenado por Albert Ferrer pecó de falta de interés por buscar un segundo tanto. Más aún ante los muchos espacios que dejaba el Hércules en su parcela defensiva.
Aún así, el Córdoba estuvo cerca de marcar un segundo tanto en un remate de cabeza de Raúl Bravo que obligó a Falcón a estirarse para evitar que el balón se colara en su portería.
Tras el descanso, el Hércules regresó al terreno de juego con mucho más ímpetu en sus acciones y, aunque le costaba crear oportunidades, empezó a probar fortuna con lanzamientos lejanos.
Los alicantinos reclamaron a los diez minutos de la reanudación una amarilla a Ulises Dávila que hubiera supuesto la expulsión del jugador mexicano del Córdoba. El árbitro pitó las manos al bloquear un saque de falta pero no le amonestó.
El Córdoba, por su parte, tuvo la opción de dejar el choque visto para sentencia en un contragolpe lanzado magistralmente por Abel Gómez que desaprovechó Pedro ante Falcón.
La jugada espoleó a un Hércules que, entonces sí, pasó a encerrar a los visitantes en su campo. El Córdoba se limitaba a repeler como podía las acometidas de un conjunto alicantino que rondaba el empate, sobre todo a base de intensidad.
No obstante, las continuas aproximaciones locales no obtuvieron el fruto deseado y el Córdoba se llevó el triunfo sufriendo hasta el último segundo, cuando Juan Carlos evitó el empate en un cabezazo en área pequeña de Portillo.
