El Cajasur CBM firmó tablas (26-26) en el Pabellón de los Sueños ante el BM Alcobendas. El punto, que puede considerarse muy bueno ante el segundo clasificado, llegó de manera agridulce ya que los de Escribano comandaron el marcador durante todo el partido gozando de hasta siete tantos de ventaja y viendo como el Alcobendas, a la desesperada y con una defensa suicida, le empataba en los últimos compases. Pudo ser peor porque los madrileños tuvieron incluso bola para vencer.

Muy buena primera parte de la escuadra granate, que, a excepción de los primeros compases, siempre llevó la iniciativa en el marcador. Todo basado en el poderío defensivo y a un ataque mucho más desatascado que lo visto hace siete días ante el Torrelavega. Con las ideas claras y Torres cerrando la meta, pronto el Cajasur tomó una renta de cinco tantos que obligó a Samuel Trives a solicitar tiempo en el minuto 20.

Los madrileños abrieron algo su defensa con un 5-1 más profundo, pero el Cajasur seguía cómodo a pesar de las rotaciones, ya que todos los jugadores habían entrado en juego ya en el primer acto. Los granates, que llegaron a tener un 7-13 a favor, tuvieron alguna dificultad ofensiva más en los compases finales, algo que la escuadra local aprovechó para reducir rentas, aunque el marcador al descanso era muy positivo para los de Escribano (10-14).

A la vuelta de vestuarios al Cajasur le esperaba una defensa 3-3 muy presionante, pero la azul al local Catalina pronto amilanó algo el ímpetu local. Aunque las cosas no iban del todo bien, porque a los de Escribano les costaba atacar, sumado a dos exclusiones casi seguidas sufridas. Alcobendas se puso a tres y el mister granate solicitó tiempo para intentar cortar el empuje local.

Aitor rompió la sequía del Cajasur con un gol desde nueve metros que trajo además exclusión local, y parecía que los de Escribano volvían a recobrar algo de calma. Un nuevo tirón visitante (16-20) cuando faltaban quince minutos para el final aclaraba algo más el horizonte del CBM. Alcobendas dio un paso atrás y su defensa se convirtió casi en una individual en toda la cancha, superada de primeras por el buen hacer de Esteban y Requena, pero poco a poco fue atragantándose.

El final fue un martirio para un Cajasur que no podía atacar la defensa local, poco a poco bajaba la renta y el Alcobendas llegó a la última posesión con empate y bola para ganar. Por suerte, el intento de fly se fue al limbo y el cuadro granate pudo al menos traerse un punto para Córdoba, un punto más muy válido de cara a la segunda fase, dando por sentado que el cuadro de Escribano esté en la lucha por el ascenso, algo que está muy cerca de certificarse.