En el punto de mira por su incipiente relación con Carles Aleñá, Alejandra Rubio ha reaparecido en la entrega de los Premios Naranja y Limón y, para nuestra sorpresa, ha confirmado que los rumores de distanciamiento del futbolista del Getafe -con el que fue pillada recientemente en actitud cariñosa por las calles de la capital- son ciertos.
Asegurando que la presión mediática no ha tenido nada que ver en el enfriamiento de su 'especial amistad' como se ha dicho, la hija de Terelu Campos ha cerrado la puerta al deportista, dejando claro que "no estoy para amor ahora". "Es mi colega y ya está. No hay amor que retomar. Tengo 23 años y tengo que vivir un poco" ha añadido, confesando que Carles le "cae muy bien" aunque lo suyo no haya prosperado. "Yo estoy bien pero no quiero hablar de eso ni de nada que tenga que ver con el amor" ha zanjado, dejando en el aire si los rumores de que el futbolista la compaginó con Katerina Safarova antes de que la rusa se fuese a 'Supervivientes' son ciertos: "Yo que sé, se me ha olvidado, qué quieres que te diga.
Unas inesperadas declaraciones que ha hecho antes de recoger el Premio Limón por su carácter ácido y distante con la prensa en el último año. Un reconocimiento que, como reconoce, le ha sorprendido pero que se ha tomado con mucho sentido del humor: "Se han equivocado. Yo me llevo genial con todos vosotros y, además, entiendo vuestro trabajo. Aquí somos compañeros entonces* pero bueno, a alguien se lo tenían que dar y me ha tocado a mí. Creo que debería haber sido al revés con Carmen (premio Naranja) porque ellas tienen más carácter".
"Me ha impactado que me lo den, claro que sí, pero me hace mucha ilusión. Soy muy joven y me hace gracia" ha añadido, revelando que se lo dedica a su madre "por eso de que viene de familia el carácter Campos".
Si ella tuviese que dar su propio Premio Limón a alguien, reconoce que "puede" que se lo diese a Kiko Hernández, con el que ha protagonizado numerosos enfrentamientos en los últimos tiempos: "Yo perdono, claro que sí, pero no olvido". ¿Se podría solucionar lo suyo con el colaborador? Como confiesa, conciliadora, "no lo sé. Yo no tengo ningún problema, al final es nuestro trabajo y él también debe meter un poco de caña".
Una noche en la que estuvo muy presente su abuela, María Teresa Campos, que como nos cuenta "está bien". Está como siempre, dando guerra, y los que nos tenemos que preocupar en un futuro si pasa algo somos nosotros y por ahora está todo bien, así que tranquilos" asegura.