Un golazo del jugador del Levante Miguel Ángel Herrero "Míchel" a dos minutos del final, selló el destino del Getafe, que perdió un choque (0-1) en el que el equipo de Juan Ignacio Martínez firmó sus primeros puntos a domicilio con los que podría acabar la jornada en puestos europeos.
El pasado y el presente de ambos clubes se juntaron en el Coliseum Alfonso Pérez para unir a dos equipos que intentan practicar un fútbol con pocas semejanzas pero unidos por el entrenador Luis García. El técnico madrileño dejó su sello en el conjunto valenciano, donde estuvo tres cursos, y recibió a su anterior club con la intención de dar un salto de calidad hacia Europa.
En la misma situación se encontraban los hombres de Juan Ignacio Martínez, que con los mismos puntos que el Getafe aspiraban a una victoria que podía tener sabor continental al finalizar la jornada. Empatados a diez puntos, el choque se presentaba interesante por los nexos de unión de ambos contendientes y por sus aspiraciones en la Liga BBVA.
Pero ese interés se transformó en un aburrimiento del que no pudieron escapar los casi diez mil espectadores que se acercaron al escenario del encuentro. La primera media hora fue soporífera, insulsa e incluso en algunos tramos desesperante. Mientras el Getafe era el dueño de la pelota y no sabía como crear ocasiones con ella, el Levante simplemente se dedicó a esperar para salir al contragolpe y asestar algún buen golpe.
Pases y más pases de un lado a otro del campo sin un aparente sentido afloraron por parte del Getafe, cuyos organizadores, Xavi Torres y Mehdi Lacen, no pudieron dar a su equipo una quinta marcha necesaria para abrir huecos. Tampoco ayudaron los futbolistas más eléctricos como Jaime Gavilán o Pedro León, que pese a sus intentos, hasta los últimos quince minutos del primer tiempo no comenzaron a crear peligro.
Hasta entonces, sólo un disparo del extremo murciano entre los tres palos y un tiro de José Javier Barkero que sacó Miguel Ángel Moyá con muchos problemas, fueron las ocasiones de gol que ofrecieron ambos equipos a un público que comenzaba a bostezar.
Algo se ánimo la situación justo antes del pitido que marcaba el camino a los vestuarios. El Getafe, durante algunos minutos, espoleado por su entrenador, que no dejó de dar órdenes desde la banda, pudo adelantarse en el marcador con dos ocasiones de Jaime Gavilán y Pedro León. Sin embargo, sus fogonazos se extinguieron en las manos de Gustavo Múnua o en los pies de un último defensor salvador para el Levante.
El regreso al partido comenzó eléctrico para el conjunto local, que intentó aprovechar la tendencia ascendente de Pedro León, presente en casi todas las jugadas peligrosas de su equipo. El Getafe definitivamente fue a por el partido y por fin comenzó a carburar.
Las ocasiones se sucedieron y, con la salida de Diego Castro y Álvaro Vázquez, el juego se decantó definitivamente del lado azulón. Pudieron marcar Pedro León y Lacen con dos disparos envenenados desde fuera del área que despejó Munúa, bastante inspirado a lo largo de la mañana. El guardameta uruguayo era el último muro que tenía que atravesar el Getafe para sumar su tercera victoria seguida.
Ese último obstáculo no lo consiguió pasar el Getafe, que igual que se encendió se apagó en los últimos diez minutos del choque. Cedió algo de terreno y Míchel se lo hizo pagar con un golazo desde fuera del área a dos minutos del final. Su zapatazo, que entró por la escuadra izquierda de Moyá, selló un choque que se llevó el Levante, que con menos ocasiones sacó petróleo de un duelo que parecía destinado al empate.
