El Joventut estableció, en el partido de las canteras ante el Asefa Estudiantes, un nuevo récord al anotar veinte triples en un partido, lanzando 35 con un 57 por ciento de efectividad, en el que las defensas no fueron convocadas.
El derbi de las canteras del baloncesto español se quedó en concurso de tiro, ante la ausencia de objetivos en los dos equipos. Con nada en juego el partido entre colegiales y verdinegros se convirtió en un simple entretenimiento.
El Joventut salió con el gatillo fácil y con una idea clara, lanzar a canasta a la primera oportunidad, sin demasiada elaboración, sin demasiados pases, sin trenzar jugada alguna.
Estudiantes, en el que Carl English no pudo despedirse de la afición desde la pista por haberse levantado con lumbalgia, la idea no fue muy distinta, aunque su grado de ejecución y puntería dejó bastante que desear con respecto a sus rivales.
El empate a 23 del primer parcial es un claro reflejo de la ausencia total de las defensas. Continuado con un 14-35 en el segundo cuarto.
Treinta lanzamientos de tres puntos ejecutaron los dos equipos en los primeros veinte minutos de partido, 3/11 los locales y 11/19 los visitantes, con hasta ocho jugadores verdinegros lanzando desde detrás de la línea de 6,75 metros.
Lo mejor de los madrileños fueron los primeros minutos de Germán Gabriel que, independientemente del estado de su tendón de Aquiles, demostró que no se le ha olvidado jugar y que su calidad técnica sigue intacta.
Con un claro 37-58 los dos equipos se marcharon a los vestuarios con nulas intenciones de rebuscar si en algún rincón quedaba algo de bagaje defensivo.
El marcador siguió a galope tendido (47-69, min.25) fruto de las individualidades de los dos equipos y de la nula intención de poner obstáculos a la fluidez tiradora de los protagonistas, sellando el tercer cuarto con un 60-81, tras un nuevo empate a 23 en los últimos diez minutos jugados.
El verdinegro Corey Fisher se llevó el título individual de mejor pistolero del partido al anotar 26 puntos y suyo fue también el honor de anotar, desde casi el centro del campo y con el crono prácticamente a cero el vigésimo triple.
Estudiantes y Joventut se despidieron de la temporada de forma lúdica.
