El fútbol americano no es un deporte muy popular fuera de Estados Unidos. Sin embargo, el pasado sábado las instalaciones deportivas de El Juncal se llenaron de gente. Tanto a ambos lados de la pista como en la cafetería interior, incluso muchos curiosos que pasaban por la calle se pararon a mirar.
Y lo que la gente quería ver era el primer partido de fútbol americano celebrado en El Puerto de Santa María. El Puerto Seagulls recibió a un grupo de integrantes de la plantilla de Fuengirola Potros, actual subcampeón de Andalucía, y ambos conjuntos disfrutaron de un día en el que el fútbol americano fue el absoluto protagonista.
La jornada comenzó con un entrenamiento conjunto, y alrededor del mediodía tuvo lugar el primero de los partidos preparados. Una combinación de jugadores del junior y el femenino de los Seagulls se enfrentó al combinado de la categoría preparado por los Potros.
A pesar de la inexperiencia de los integrantes del combinado Seagull Junior y Femenino, que nunca habían competido, el partido fue muy disputado y acabó con victoria de los visitantes por menos de una anotación de ventaja. Pero ser rivales en el campo no significa serlo fuera de él.
El fútbol americano en España es una pequeña familia, y los miembros de las dos plantillas disfrutaron de un almuerzo conjunto en Molly’s. Y después del descanso, vuelta a la acción, que todavía quedaba el plato fuerte de la jornada.
El Juncal estaba repleto de gente, y pasadas las 17:30 dio comienzo el primer partido de fútbol americano con contacto físico al completo de la por ahora corta historia de los Seagulls.
Hasta ese día la única competición que habían probado era de la modalidad ‘flag-football’, en la que no hay contacto físico, y el único contacto físico que habían experimentado era en los entrenamientos, así que el sábado era un día importante para el equipo. Coordinados por los entrenadores Boro De La Hoz y Timo Martínez, los Seagulls se plantaron en el campo y demostraron que todo este último año de duros entrenamientos en albero y piedra no habían sido una broma, y que el proyecto va muy en serio. Fue un partido físico.
Los Potros optaron por el juego terrestre, mientras que los Seagulls intentaron equilibrar el juego de carrera con el de pase. El factor desequilibrante del encuentro fue la línea defensiva de Fuengirola, que dominó a la línea ofensiva Seagull y obligó a Luque, el quarterback local, a tener que soltar el balón demasiado pronto o escaparse como pudiese.
La primera anotación llegó del lado visitante. Los Potros recorrieron todo el campo gracias a un gran drive y cuando se plantaron a menos de cinco yardas de la línea de gol elaboraron una jugada de engaño que desarmó a la defensa Seagull y les permitió anotar con relativa facilidad.
El ataque de las gaviotas no carburaba, y a pesar de que las carreras les daban unas cuantas yardas, no eran capaces de acercarse a la zona de anotación de Fuengirola.
Aún así, en una jugada de ataque de Potros, Jose Caballero, safety de los Seagulls, forzó un fumble (golpear al rival de manera que se le escape el balón) y el linebacker Manu Muñoz, miembro fundador del equipo, recogió el balón y voló hasta la zona de anotación de Potros.
A pesar de que era solo el empate, se montó una fiesta en los aledaños del terreno de juego. Toda la plantilla corrió a celebrar con ‘el presi’, como ellos lo llaman, la primera anotación del equipo en partido de contacto completo.
Sin embargo los Potros seguían dominando el juego, y aunque la defensa local estuvo a un nivel altísimo, los visitantes ejecutaron una jugada de engaño en la que fingían que iban a jugar el balón mediante carrera para finalmente lanzar un pase, descolocando a la defensa (jugada play-action).
El receptor de Fuengirola agarró el balón con todo el campo por delante y solo un placaje por la espalda de Cook, cornerback de los Seagulls, a falta de cuatro yardas para la anotación impidió el touchdown. Sin embargo, los Potros se volvieron a poner por delante, esta vez de manera definitiva, cuando el quarterback fingió dar el balón a su corredor, engañando a la defensa, que persiguió al señuelo y no pudo evitar que el quarterback visitante cruzase la línea de gol con el balón y pusiese el 14-7 definitivo en el marcador.
A pesar de la derrota, los miembros de los Seagulls salieron con muy buenas sensaciones y muy contentos del partido. Ambos equipos se saludaron en el centro del campo y aplaudieron a ambas aficiones, para finalmente posar juntos para unas fotos conmemorativas. C
on las esperanzas puestas en competir a partir de octubre en la liga andaluza, los Seagulls afrontan ahora un mes de agosto en el que su lista de tareas se resume en entrenar, entrenar duro y entrenar aún más duro.
El sábado fue un día muy importante, pero solo fue un paso más. Hay que seguir caminando hacia delante.
