Los actos conmemorativos para celebrar el 350 aniversario de la llegada a El Puerto de Santa María de la primera embajada rusa a España ha servido de escenario para estrechar lazos entre el municipio portuense y el país ruso y para que el alcalde, David de la Encina, haya abierto las puertas de la ciudad para la llegada de inversiones, iniciativas empresariales y de turistas de ese país a la localidad.
En la recepción oficial, previa a la inauguración de un monolito conmemorativo, el actual embajador ruso, Yuri Korchagin, firmó el libro de Honor de la ciudad y procedió a un intercambio de regalos con el alcalde. Libros sobre la historia de El Puerto de Santa María para el mandatario diplomático y vodka y un cuadro pintado sobre corteza de abedul para el representante municipal.
Posteriormente, David de la Encina ha agradecido al embajador “que haya tenido a bien reverdecer esa efemérides, de retomar aquella iniciativa de hace 350 años para resembrar una relación que siempre ha sido de cordialidad, de respeto y de aprecio mutuo entre ambos territorios, que se ha mantenido durante mucho tiempo y que, a buen seguro, que en el futuro van a tener mayor continuidad”.
Tras hace hincapié en que en El Puerto hay actualmente censadas 92 personas de este país, “que pueden ayudar a que se establezcan unas mejores relaciones con toda Andalucía y con el propio El Puerto”, el alcalde portuense ha recordado que la ciudad “es una tierra que reúne condiciones muy del agrado de la ciudadanía rusa. Y de la misma forma que recibimos con los brazos abiertos al señor embajador y su delegación diplomática estamos encantados de recibir en El Puerto a cualquier ciudadano, empresa o iniciativa rusa que se quiera acercar, a la que trataremos con todo el mayor de los respetos y con el cariño propio de esta tierra”.
Finalmente, ha querido resaltar que con motivo de esta efemérides, “hasta ahora solo quedaba el retrato de aquel embajador en el Museo de El Prado, pero desde hoy habrá un monolito que representa la recuperación simbólica de aquella buena relación”.
Por su parte, el embajador, Yuri Korchagin, mostró su lado más amable y simpático al señalar que “soy el segundo embajador que ha pasado por El Puerto en solo 350 años, quizás dentro de otros 350 años me hagan a mí otro monolito”, para dejar claro que, “bromas aparte, no podemos ocultar la hospitalidad de este pueblo, de una villa muy conocida en toda España, con una gran tradición histórica y con muchas personalidades relevantes en la historia de este país”.
Asimismo, destacó que este acto “representa solo un pequeño granito de arena pero debe servir para continuar lo iniciado hace 350 años cuando un representante ruso pisó por primera vez suelo español para entablar relaciones diplomáticas entre ambos países”.
Posteriormente, la comitiva se desplazó hasta el Castillo de San Marcos, donde se procedió, ante una importante presencia de ciudadanos rusos afincados en la ciudad, al descubrimiento del monolito, que fue bendecido por un sacerdote ortodoxo, y la realización de una ofrenda floral.
