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Se aproxima nueva sonda a los mineros atrapados

Una tercera sonda se aproximó ayer a la galería en que 33 obreros permanecen atrapados desde el pasado 5 de agosto, a casi 700 metros de profundidad, en una mina del norte de Chile, informaron los responsables de las tareas de rescate.

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  • Llegada de la segunda parte de la máquina llamada "Raisebore Strata 950" a la mina San José en Copiapó. -
Una tercera sonda se aproximó ayer a la galería en que 33 obreros permanecen atrapados desde el pasado 5 de agosto, a casi 700 metros de profundidad, en una mina del norte de Chile, informaron los responsables de las tareas de rescate.

La sonda alcanzó ya los 530 metros de profundidad, dijo a los periodistas Andrés Sougarret, un ingeniero de la estatal Corporación del Cobre (Codelco) que ha encabezado las perforaciones efectuadas en la mina para encontrar a los mineros.


La primera sonda, que permitió verificar que los trabajadores atrapados estaban vivos, llegó a la galería el pasado domingo y la segunda, según confirmó Sougarret, lo hizo a las 22:20 GMT de este lunes, a una profundidad de 678 metros.

“Ahora vamos a poder dividir las funciones. La primera sonda va a ser para la entrega de alimentos de forma expedita. La segunda va a ser para comunicarnos permanentemente y buscamos que la tercera nos permita mejorar la ventilación”, precisó el experto.

Sougarret se manifestó sorprendido de las buenas condiciones físicas de los mineros, que hoy cumplen diecinueve días atrapados, desde que el pasado 5 de agosto un derrumbe gigantesco bloqueó la salida de la mina San José, situada en las cercanías de la ciudad de Copiapó, en la región de Atacama.

Los mineros atrapados “tenían mucho conocimiento, noción del tiempo, el día y la hora que era. La verdad es que la condición de ellos es óptima”, comentó el experto, al revelar detalles de las conversaciones mantenidas con los obreros tras la habilitación de un teléfono este lunes.

El ministro de Minería, Laurence Golborne, dijo que los mineros buscaron en los primeros días una salida por sus propios medios a través de la chimenea de ventilación, pero se encontraron con que carecía de una escalera.
La instalación de esa escalera era una de las exigencias que los propietarios de la mina debieron cumplir en 2008, cuando se autorizó la reapertura del yacimiento, tras haber sido clausurado el día anterior.

Los trabajadores, que tras establecerse la comunicación comenzaron a recibir alimentos líquidos y atención de Salud, se mantuvieron con la ingesta cada 48 horas dos cucharadas de atún en conserva, medio vaso de leche y media galleta.


la organización salvó vidas

La organización y la rutina de actividades que adoptaron los 33 mineros chilenos atrapados les permitió sobrevivir durante los 17 días que se tardó en contactar con ellos, dijeron ayer integrantes de los equipos de rescate que se comunicaron con los trabajadores.

Capitaneados por Luis Urzúa, un jefe de turno de 54 años, los atrapados racionaron la comida, consistente en atún y melocotón en conserva, galletas y leche; también hicieron una excavación para extraer agua.

Otra clave fue que, tras detectar que la zona donde se encontraba el refugio contaba con poca ventilación, los mineros se movieron y se ubicaron en lugares con menor temperatura y, por tanto, con mejor calidad del aire.
“Pensábamos que nos encontraríamos con un grupo más bien obnubilado, con pérdida de capacidad de conciencia, lenta reacción y baja capacidad auditiva y visual”, dijo a los periodistas el psicólogo coordinador, Alberto Iturra.

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