En el último sprint de una campaña electoral en la que las encuestas situaban al PSOE en el grupo perseguidor tras el maillot amarillo que le daban al PP, Alfredo Pérez Rubalcaba ha salido a pelear por lo que cree y se ha venido a Andalucía, a hacer mítines en ruta, etapa por etapa, con la confianza de que esta tierra, que tantos votos le ha dado históricamente al partido, pueda seguir siendo socialista.
Consciente de que la pájara de la crisis le ha hecho perder muchos minutos, en montaña, en la contrarreloj y en llano, ha volcado todos sus esfuerzos en los últimos metros de la carrera, insistiendo en el futuro, en la salida de la crisis, en marcar diferencias con el hipotético vencedor y en seguirle muy de cerca para convencer antes de llegar a la meta.
Las encuestas le dan mucha más ventaja al PP, ¿cómo va a enganchar a ese 30% que todavía no tiene decidido el voto?
–Le digo que las encuestas son como las recetas, siempre tienen más o menos sal en función de quién las cocina. Pero no dude de que estamos mucho más cerca de lo que algunos creen. Hubo un punto de inflexión, que fue el debate que tuve con Rajoy en televisión. A partir de ese día, hay mucha más gente que sabe que de esta crisis no se sale igual por la derecha, que por la izquierda. Que esta es una crisis creada por los valores de la derecha y, por tanto, no pueden ser esos valores los que nos saquen de esta situación. Hoy los ciudadanos saben que no podemos agravar nuestros problemas sumando la desaparición del Estado del Bienestar. Que eso es muy peligroso porque, mientras la economía no remonte, el Estado del Bienestar es lo único que tenemos. Esencialmente nuestra sanidad y educación pública, pero también nuestras prestaciones por desempleo, nuestra Igualdad, o nuestra Dependencia para los mayores. Esa que ahora dice Rajoy que no es viable, y que ya veremos qué hace con ella.
En resumen, a los que dudan, les digo que no es lo mismo Rajoy que yo. No es lo mismo el sálvese quien pueda del PP, que una salida social de la crisis como la que yo propongo, sin dejar a nadie atrás y defendiendo nuestros servicios públicos. Un modelo de solidaridad, frente al egoísmo de la derecha. Eso les diría.
Crisis, paro, la prima de riesgo por los suelos, ¿qué es lo primero que haría si llegara a la Presidencia del Gobierno?
–Lo primero que haré, lo he comprometido públicamente, será convocar a los partidos, a las comunidades autónomas, a los sindicatos, y a la patronal, para alcanzar un gran acuerdo por el empleo. Eso es lo que debemos hacer lo primero de todo, porque la creación de empleo no llegará si no estamos todos juntos en esto.
Recortes los ha habido y los habrá, ¿cuáles serán los que abordaría usted como presidente?
–Los recortes son cosa de la derecha y de Mariano Rajoy. Es él quien no sabe gobernar si no es perjudicando a los más débiles de la sociedad. A los parados, a quienes, por fin, ha confesado en una entrevista en un periódico nacional que les va a bajar la prestación e incluso que el paro no lo cobrará todo el mundo. A los dependientes, para quienes el PP va a enterrar en un cajón las ayudas porque, según Rajoy, no son viables, o a los ancianos a los que les va a quitar la gratuidad de los medicamentos.
Y esto no es algo que digo yo. Lo dice él, ahora que ha cogido confianza. Hasta ahora se había movido en una calculada ambigüedad para decir una cosa y su contraria, verdades a medias, medias tintas… algo muy preocupante en alguien que quiere ser presidente de los españoles.
Yo lo que he dicho es que el Estado del Bienestar es una enorme línea roja para los socialistas que en ningún caso se va a traspasar. Entre otras cosas, porque la sanidad y la educación pública, las pensiones, la dependencia, o el seguro de desempleo es algo que hemos creado nosotros, siempre, con la derecha en contra que nunca fue capaz de apoyar ninguno de estos avances sociales.
Andalucía ha sido el colchón del PSOE en sucesivas elecciones, pero las encuestas dicen lo contrario, ¿recuperará la confianza de los electores andaluces?
–Andalucía es fundamental dentro del proyecto socialista. Nosotros jamás consentimos que nadie se metiera con los andaluces. Los socialistas siempre hemos creído en esta tierra, y el PP aún dice que los niños en Andalucía están en el suelo de los colegios, o que no tienen el mismo nivel de alfabetización que los del resto de España. Nosotros nunca hemos hecho cosas semejantes. La hoja de servicios del socialismo en Andalucía es impecable, y nadie puede discutir nuestro nivel de compromiso con el bienestar y los avances de esta tierra. La derecha no entiende Andalucía, ni a los andaluces. Para ellos, es cosa de los señoritos de cortijo. Fíjese lo que sabe Rajoy de Andalucía, que en el debate que tuve en televisión, situó en la provincia de Cádiz los municipios de Cazalla y Constantina, cuando son realmente de Sevilla. Pues eso.
Respecto a la confianza, sólo digo a los andaluces que se tomen la molestia de comprobar la gestión de Pepe Griñán. Que comparen los presupuestos de la Junta para 2012 con los de Cospedal en Castilla La Mancha. Que comparen lo que significan esos presupuestos en protección social, frente a los del PP. Sóo eso, que comparen.
Financiación autonómica, PER y tópicos sobre la vagancia de los andaluces: ¿Andalucía será la gran perjudicada ante la petición del concierto económico que pide Cataluña?
–Agradezco que mencione el tema de los tópicos sobre los andaluces, porque me gustaría decir que algunas de las opiniones que les he oído a la derecha, con el silencio cómplice y el aplauso de Javier Arenas, son inadmisibles, intolerables. ¿Cómo se puede tachar de analfabetos a los niños andaluces? ¿Cómo se puede llamar vagos a quienes han dado su vida, y siguen esforzándose día a día, por sacar lo mejor de esta tierra? Los gobiernos del PSOE siempre han mirado a Andalucía, mientras el PP siempre le ha dado la espalda a esta tierra, como le decía antes. Si logro la confianza mayoritaria de la ciudadanía para ser presidente, desde luego, Andalucía, no será la gran perjudicada de nada.
Díganos si cambiaría la Ley del Menor y aplicaría la cadena perpetua revisable tras casos de gran trascendencia social como los de Marta del Castillo o Mari Luz Cortés.
–Estos casos que menciona, sin duda, han provocado una enorme conmoción social y han llenado de dolor a los españoles. Yo no me cierro en banda a revisar las acciones punitivas que contempla el Código Penal para los menores que cometen delitos tan graves como éstos. Dicho esto, lo que no es de recibo, porque estas cosas se tratan y se consensuan con calma y de otra forma, desde la racionalidad y el sentido común, es lo que hace el PP de proponer reformas de la Ley del Menor jugando con la sensibilidad social que este tipo de casos desata. Eso es lo que no puede ser. No se puede jugar con el dolor de la gente.