Según una información publicada en una web católica, ha quedado "suspendido a divinis el sacerdote que participa en la actual edición de Gran Hermano". Esta información ha sido confirmada por la página del Arzobispado de Barcelona, desde donde han adjuntado el decreto de suspensión.

En el documento se explica que esta es "una sanción temporal" que tiene como objeto "suscitar en el Padre Molina un deseo sincero de cambio y de conversión" y que estará vigente "hasta que sea oficialmente revocada por decreto contrario".

Bajo el título Suspendido a divinis el sacerdote que participa en la actual edición de Gran Hermano en Telecinco, la web Infocatolica.com ha desatado la polémica en torno al concursante del reality, Juan Antonio, ajeno a todo esto dentro de la casa de Guadalix.

Aunque al parecer, el Padre Araujo le había advertido de las posibles consecuencias: "Pidió expresamente al sacerdote suspendido que no accediera a formar parte de los concursantes de dicho programa, advirtiéndole de las consecuencias que tendría su desobediencia".

Por su parte, la página del Arzobispado de Barcelona confirma la noticia y añade que prevalecerá "durante el tiempo que dure su participación en un programa televisivo". Además, adjuntan el documento con el decreto de su suspensión.

EL DOCUMENTO AL COMPLETO

"Después de haber constatado que el Padre Juan Antonio Molina Sanz ha expresado su voluntad de participar en el programa televisivo Gran Hermano en contra de una orden explícita de su Provincial, el P. Wilfredo Arribas Sancho, MSC, y después de haber informado al P. Juan Antonio Molina por medio de su Provincial y directamente por correo electrónico de los efectos negativos que esta participación podría tener para él mismo, para la Congregación y para la Iglesia, el que suscribe, Superior General de la Congregación de las Misiones del Sagrado Corazón, con el consentimiento del Consejo General reunido el 19 de diciembre de 2011 a Roma, declaro al P. Juan Atonio Molina Sanz suspendido a divinis".

Por esta pena, Juan Antonio tiene prohibido: Todo trabajo pastoral por los fieles; la celebración pública de la Eucaristía y la predicación a los fieles; y confesar a los fieles.