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España

La urgencia de una vacuna se agudiza tras los contagios sufridos fuera de África

De momento no existe una vacuna o medicina que se haya comprobado que sea eficaz contra la enfermedad, si bien hay varios tratamientos

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Casos como el de la trabajadora sanitaria de Estados Unidos que acaba de dar positivo por ébola o el de la auxiliar de enfermería contagiada en España agudizan la urgencia de buscar vacunas y tratamientos en tiempo récord con la garantía de que son seguros.

De momento no existe una vacuna o medicina que se haya comprobado que sea eficaz contra la enfermedad, si bien hay varios tratamientos experimentales y dos vacunas que se están probando.

En septiembre comenzaron en Estados Unidos y el Reino Unido los ensayos con la primera de las dos vacunas, cAd3-ZEBOV, que está desarrollando la compañía GlaxoSmithKline (GSK) en colaboración con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, y con la participación de médicos británicos.

En las pruebas en las que participan 20 adultos voluntarios de momento, según ha indicado el director de ese instituto, Anthony Fauci, no ha habido ninguna señal que haya despertado preocupación, aunque todavía son necesarias más pruebas.

La segunda vacuna, rVSV-ZEBOV, fue desarrollada por la Agencia de Salud Pública de Canadá, aunque la licencia de comercialización la tiene la empresa estadounidense NewLink Genetics, con sede en Iowa (Estados Unidos).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) está trabajando con estas dos farmacéuticas para analizar los resultados de los ensayos clínicos, que se han extendido a una decena de lugares de África, Europa y América del Norte, según contó a Efe Daniel Epstein, un portavoz de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

"El plan es, si estas vacunas son seguras y funcionan, tenerlas disponibles en 2015, lo antes posible", indicó el representante de la filial de la OMS para las Américas.

Este es un proceso que normalmente toma años, pero en un caso "tan urgente" van a intentar hacerlo en meses, explicó Epstein. "Se está trabajando muy rápido", agregó, pero se garantizará que las vacunas son seguras.

El virus del Ébola, descubierto en 1976 y cuyo brote actual es el más grave que se ha visto, ha golpeado fundamentalmente a Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry, pero también se han registrado casos en República Democrática del Congo, Nigeria, Senegal, Estados Unidos y España, con casi un total de 8.000 enfermos.

Según Epstein, "al comienzo no va a haber suficientes vacunas" y, por eso, "la idea es primero vacunar a los médicos y los trabajadores de salud" en los países afectados para evitar nuevos contagios.

También se está considerando el uso de sangre de personas que se se infectaron y se recuperaron, puesto que produjeron los anticuerpos necesarios contra el ébola.

Si bien la enfermedad se conoce desde hace casi cuarenta años los brotes registrados siempre fueron "pequeños", comentó Epstein.

"Nunca antes había habido un brote tan grande que ha afectado a tanta gente y que se ha movido de zonas rurales aisladas a ciudades", donde la densidad de la población y el riesgo al contagio es mayor.

A falta de un remedio tangible, los síntomas -fiebre alta, debilidad, dolor de cabeza y de garganta, seguidos de vómitos e intensas hemorragias- se tratan a medida que aparecen.

Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, las primeras medidas que pueden mejorar la supervivencia son proporcionar sueros intravenosos para evitar la deshidratación, así como el mantenimiento adecuado de los niveles de oxígeno y la presión arterial.

Los expertos señalan que las intervenciones tempranas son fundamentales para controlar el contagio y evitar que el virus se extienda rápidamente.

El director de la división de emergencias de cura y vacunas de enfermedades infecciosas del CDC, Toby Merlin, dijo el viernes en una audiencia en el Congreso que las vacunas se utilizarán solo en determinados casos, pero no son un método para atacar el brote.

"Tenemos que utilizar las medidas de salud pública" como el aislamiento, abogó Merlin.

El coste económico de este brote de ébola, ahora concentrado en Sierra Leona, Liberia y Guinea, podría llegar a los 32.000 millones de dólares para finales de 2015 en caso de que se extienda a otros países vecinos, según estimó esta semana el Banco Mundial (BM).

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