La superioridad del Zaragoza en la segunda parte le sirvió para doblegar al Nástic de Tarragona y sumar tres puntos muy importantes en su camino de retorno a Primera...
Zaragoza 1 Gimnástic 0
—Real Zaragoza—Doblas; Zapater, Ayala, Pavón, Pignol (Chus Herrero, m.63); Jorge López (Generelo, m.87), Gabi, Ponzio, Caffa; Herrera (Vicente Pascual, m.69) y Arizmendi. —Nástic de Tarragona—Rubén Pérez; Campano, Medina, Mairata, Mingo; Redondo, Diop (Marinkovic, m.86), Bauzá, Jandro (Jordi Alba, m.61); N'Gal y Casadesús (Moisés, m.82). Árbitro: Pérez Montero (Comité Andaluz). Amonestó con cartulina amarilla por el equipo aragonés a Caffa, Gabi, Ayala y Ponzio y por los visitantes a Bauzá, Diop y Medina. Expulsó en el minuto 83 al entrenador del Zaragoza, Marcelino García Toral. Gol: 1-0 Ayala (m.79) Incidencias: Unos 18.150 espectadores en el estadio La Romareda de Zaragoza.
La superioridad del Zaragoza en la segunda parte le sirvió para doblegar al Nástic de Tarragona y sumar tres puntos muy importantes en su camino de retorno a Primera, aunque también tuvo que sufrir para conseguir su objetivo ante un rival que no cedió en su intento de lograr algo positivo.
Los zaragocistas vivieron un inicio de partido en el que movían el balón con facilidad ante un rival que empezó buscando a sus atacantes con balones largos. Poco a poco los tarraconenses se fueron asentando sobre el terreno de juego y se hicieron con el control del esférico ante un rival al que se le empezaban a nublar las ideas. El conjunto de César Ferrando tenía en Serge N’Gal a su hombre más peligroso, que buscaba perfectamente la espalda a los defensores locales y en un minuto, entre el 23 y el 24, pudo batir a Toni Doblas dos veces, pero en la primera su remate se estrelló en su pie y en el segundo el meta hizo una gran parada para impedir que abriera el marcador.
Los blanquillos no eran capaces de reaccionar y solo en los cinco minutos finales lo hicieron, con contundencia, y pusieron a su rival contra las cuerdas con dos claras ocasiones de gol.
De la misma forma que empezó la primera parte lo hizo la segunda, de nuevo con Arizmendi de protagonista, que se encontró en su remate al portero zaragozano Rubén Pérez, con un Zaragoza que había salido mucho más enchufado.
A falta de cinco minutos, los zaragocistas pudieron sentenciar en un remate de Jorge López que se estrelló en Jordi Alba cuando el balón se colaba, y un minuto después una doble parada de Rubén Pérez impidió un nuevo gol local.