El constructor David Marjaliza, presunto líder de la trama de corrupción Púnica y socio del exsecretario general del Partido Popular (PP) de Madrid Francisco Granados, ha vuelto a la prisión de Soto del Real tras declarar por primera vez ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, informaron fuentes jurídicas.
El empresario ha comparecido durante dos horas ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 con la condición de imputado en el procedimiento, que continúa secreto, y acompañado por su abogado, José Antonio Choclán. Su declaración se reanudará mañana, viernes.
El empresario, que se encuentra en prisión desde el pasado 31 de octubre, ha sido preguntado por el juez y las fiscales Anticorrupción Teresa Gálvez y Carmen García por las operaciones de lavado de dinero, por valor de 11 millones de euros, que habría realizado a partir de compra de obras de arte en Suiza y transacciones financieras en Singapur.
Los investigadores sospechan que estos fondos --siete millones en Suiza y cuatro en Singapur, bloqueados desde mayo pasado-- provendrían del reparto de dividendos y el cobro de comisiones ilegales a cambio de la adjudicación de contratos públicos en municipios de la Comunidad de Madrid.
El dinero de Suiza fue reconocido por la defensa de Marjaliza en un recurso de apelación presentado por su defensa en noviembre pasado. El escrito, al que tuvo acceso Europa Press, señalaba que el constructor debía pagar 7,3 millones de euros para regularizar estos fondos, a los que habría que añadir un recargo por presentación extemporánea de 1,4 millones y unos intereses de demora de 2 millones más.
En febrero de 2014 el empresario realizó el primer pago, por importe de 2,4 millones de euros, "la máxima cantidad de dinero de la que se disponía en España", como recordaba su recurso.
Marjaliza está imputado por los delitos de integración en organización criminal, contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales, falsificación documental, cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, fraude en la contratación pública y negociaciones prohibidas a funcionarios.
"DETESTABLES ACTITUDES CORRUPTAS"
En diciembre pasado la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal confirmó su situación de prisión provisional en un auto en el que señalaba que de la instrucción puede deducirse que fomentó "detestables actitudes corruptas". El tribunal le situó como "uno de los principales instigadores y beneficiarios de la red de corrupción política y económica desarticulada" con la 'operación Púnica'.
"Existen indicios, a través de las conversaciones telefónicas detectadas, el material documental ocupado, los registros efectuados y los seguimientos practicados que el imputado recurrente desarrollaba una prevalente actividad en un colectivo de personas dedicadas a mover voluntades en varios ayuntamientos de Madrid y en las esferas gubernamentales de la Comunidad de Madrid", señalaba el auto.