Un total de 40 voluntarios participan desde finales de septiembre en el Hospital La Paz-Carlos III de Madrid en el ensayo clínico de la vacuna experimental contra el ébola que permitirá medir la respuesta de anticuerpos contra este virus y ofrecerá datos de seguridad.
Se trata del ensayo clínico de la vacuna VSV-EBOV, cuyos resultados experimentales se dieron a conocer el pasado 31 de julio y muestran un "alto grado de efectividad" tras haber sido probada en más de 4.000 personas en contacto con la enfermedad en Guinea Conakry.
España participa junto a EEUU en este ensayo con un estudio en voluntarios sanos que están recibiendo diferentes lotes de la vacuna y una dosis superior con el objetivo de intentar demostrar si todos los lotes producen el mismo nivel de anticuerpos y de completar los datos de seguridad.
Según ha explicado a Efe el jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Carlos III, José Ramón Arribas, el objetivo del estudio en el que participa España no es mostrar la eficacia de la vacuna ya que no existen casos de ébola en el país.
"Es un estudio para voluntarios sanos que quieren colaborar de forma altruista con el desarrollo de la vacuna", ha matizado este médico que formó parte del equipo que trató a los tres españoles infectados por el ébola.
En todos los desarrollos de vacunas siempre hay estudios en voluntarios sanos en los que se puede medir la respuesta de anticuerpos, además de ofrecer "datos muy buenos de seguridad de la vacuna" y de efectos adversos.
En España participan un total de 40 voluntarios sanos que han accedido al estudio a través la información anunciada dentro del propio hospital .
"Sólo con eso ha habido una respuesta muy satisfactoria de numerosas personas que han querido colaborar", entre ellas algún cooperante que igual se acaba beneficiando si la vacuna funciona y viaja a África.
Los únicos requisitos para participar en el ensayo implican tener entre 18 y 65 años, estar sano, no tener las defensas bajas y los criterios de exclusión son estar embarazada o tener alguna enfermedad que produzca inmunosupresión.
Arribas subraya que lo que se inocula no es el virus del Ébola en sí, sino un virus animal, que en principio es inocuo para el ser humano, y al que se le ha puesto una proteína del virus ébola.
Así, el cuerpo sintetiza anticuerpos contra esta proteína que son protectores frente a la enfermedad por virus Ébola.
Estos 40 voluntarios tendrán un seguimiento durante seis meses, periodo durante el cual se observará si presentan algún síntoma y se les extraerá sangre periódicamente para comprobar si han producido anticuerpos frente al virus.
"Esperamos que pueda haber fiebre baja y algunos dolores articulares, no esperamos nada más", indica Arribas, quien señala que en el estudio participan más de 1.000 pacientes entre EEUU y España, por lo que llevará tiempo analizar los resultados.
El Hospital La Paz-Carlos III colabora también con el doctor Rafael Delgado, del servicio de Microbiología del Hospital 12 de Octubre en un seguimiento de donantes de suero para ver en qué momento se produce la mayor cantidad de anticuerpos neutralizantes que luego puedan ser usados para otros pacientes.
De momento, la investigación ha permitido conocer que, a medida que pasan los meses, el nivel de anticuerpos va aumentando, "pero no sabemos todavía el momento máximo".
Preguntado por el motivo de la curación de la auxiliar de enfermería Teresa Romero, de cuyo contagio por ébola se tuvo conocimiento hoy hace un año, Arribas lamenta que no se conoce qué fue exactamente lo que la curó.
"Se han tratado 27 pacientes en países desarrollados, cada uno con un tratamiento no idéntico y lamentablemente hemos aprendido algunas cosas, pero no sabemos qué es lo que ha curado al paciente", señala.
Explica que todos ellos tienen el común denominador del tratamiento de soporte, de reposición de líquido y de sales. "No tenemos duda de que eso contribuye a la supervivencia del paciente y eso en sí mismo es un avance porque no se había empleado nunca en pacientes con ébola".