El paro sigue siendo la primera preocupación para los españoles, con un 78,6 por ciento, seguido de la corrupción, que baja más de cuatro puntos y se queda con un 39,5 por ciento, mientras que la inmigración irrumpe con fuerza en octavo puesto de la lista de problemas según el CIS, con un 7,7 por ciento.
Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas elaborado entre el 2 y el 12 del pasado mes de septiembre, en plena crisis de los refugiados sirios, la inmigración casi triplica su porcentaje y se sitúa en niveles inéditos desde octubre de 2011.
En vísperas de la campaña para las elecciones catalanas, la encuesta también refleja un aumento de la preocupación por los nacionalismos, que pasa del 1,3 por ciento de julio, al 2,3 por ciento en septiembre.
Respecto a la percepción de la situación política y económica, el barómetro apunta a que los españoles son algo más optimistas sobre la evolución de la economía, pero más pesimistas sobre la política.
En concreto, subieron más de cuatro puntos, hasta el 71,4 por ciento, los españoles que califican la situación política de "mala" o "muy mala", mientras que los que la consideran como "buena" o "muy buena" apenas llegan al 3,4 por ciento y también suben los que la ven "regular" (26,1).
También son más pesimistas que en julio cuando se les pregunta por el futuro de la política española.
Sólo creen que irá a mejor el 18,1 por ciento, frente al 23,6 que lo pensaba en julio, y también aumentan los que consideran que estará igual -del 36,7 al 41,6- mientras que los que opinan que empeorará apenas descienden unas décimas -del 17,4 al 17,1-.
Por contra, los ciudadanos sí observan una mejora de la economía, ya que aumentan los que creen que es "buena o muy buena", del 2,6 por ciento al 3,5 por ciento y bajan los que la califican de "mala o muy mala" que pasa del 67,0 al 65,6.
Sin embargo mirando a futuro apenas hay variaciones sobre el anterior sondeo y siguen siendo más lo que piensan que la situación económica seguirá igual dentro de un año (43,6) frente a quienes creen que estará "mejor" (26,3) y peor (14,6).
La opinión sobre la economía también su reflejo en el mercado laboral en el que el 77,2 por ciento de los trabajadores ven "poco" o "nada" probable perder su empleo en los próximos doce meses, en comparación con el 5,2 que lo ven "muy probable" y el 9,3 que opina que es "bastante probable".
Entre los parados, son mayoría los que consideran "poco" o nada probable" encontrar un trabajo durante el próximo año -52,8- que los que lo ven "muy probable" -9,9- y "bastante probable" -25,8-.
Volviendo a los problemas sobre los que pregunta el CIS, los españoles citan tras el paro y la corrupción los problemas de índole económico, con un 25,3 por ciento, seguidos de los políticos y los partidos, mencionados por un 21,7 por ciento y la sanidad, con un 10,7 por ciento.
Los problemas de índole social (9,6 por ciento) y la educación, que repunta hasta el 9,4 por ciento, son otras de los asuntos que preocupan a los españoles.
Como en todas sus encuestas, el CIS también hace un estudio sobre la percepción ciudadana del estado autonómico.
En septiembre, semanas antes de las catalanas, el número de ciudadanos que abogaban por un Estado que reconozca a las comunidades autónomas la posibilidad de independizarse bajó ligeramente respecto a quienes defendían esta tesis en julio.
Los españoles que se declaran independentistas descendieron al 8,8 por ciento, cuando en julio, y también en junio, fue del 9,7.
El grupo mayoritario, con un 35,1 por ciento, es el que defiende que España siga siendo un Estado con comunidades autónomas como el que hay en la actualidad.
A continuación, se sitúan los partidarios de un Estado con un único Gobierno central sin autonomías (18,6, seguidos de quienes reclaman que las comunidades gocen de más autogobierno (13,6).
Con casi el mismo porcentaje de quienes se confiesan independentistas, están los que quieren un Estado con regiones con menos autonomía que en la actualidad, con un 8,9 por ciento.
El sondeo también pregunta por los sentimientos de los españoles en cuanto a su identidad territorial.
Algo más de la mitad (54,6) se siente tan español como de su comunidad autónoma, un porcentaje casi idéntico al de julio (54,3).
Lo que se sienten únicamente españoles representan un 16,9 por ciento (18,8 en el último barómetro), mientras que el 11,1 por ciento se declara más de su territorio que español.
El CIS otorga el mismo porcentaje (5,8) a los que dicen ser más españoles que de su comunidad autónoma o solo se sienten de su territorio.