"No está en juego solo la independencia de Cataluña, sino la democracia misma", ha señalado el expresident de la Generalitat, Artur Mas, frente al Tribunal Supremo, a donde ha acudido acompañando al ex conseller Fransesc Homs, investigado en lo que Mas ha calificado de "juicio político" por el 9-N.
Nos parece insólito e impropio que haya un juicio por un acto plenamente democráticoEl exconseller de Presidencia de la Generalitat catalana y diputado de PdC en el Congreso, Francesc Homs, ha llegado a las 10.50h al Supremo, para declarar como investigado o imputado por el 9-N, acompañado del expresident de la Generalitat Artur Mas junto a una nutrida escolta de políticos soberanistas.
"Nos parece insólito e impropio que haya un juicio por un acto plenamente democrático y pacífico con dos millones y medio de ciudadanos que fueron a depositar su voto en una urna y que tuvo una enorme proyección internacional", ha dicho Mas.
Ante ese acto, el Gobierno, en lugar de dialogar, ha recurrido a la fiscalía y los tribunales, lo cual "no pone en juego solo la independencia de Cataluña -que se resolverá en una consulta definitiva con la mayoría social a favor o en contra- sino la democracia misma", ha añadido.
"Nos ha fallado el actual Gobierno, nos ha fallado a muchos catalanes y su orgullo democrático les ha impedido hacer lo que debería, dialogar", ha añadido.
En cuanto a que se trata de un juicio político, el expresident, imputado él mismo por el 9-N ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, ha señalado que "todos los fiscales de Cataluña dijeron que no había causa y fue el fiscal general quien, usando su poder jerárquico, impulsó las acusaciones. Después hemos sabido que ha habido operaciones en las cuales se afinaba a la Fiscalía. ¿Hay alguien que diga que no es un proceso político?"
Mas ha negado la desobediencia al Tribunal Constitucional, pues ha recordado que acerca de la consulta del 9-N hubo dos resoluciones, una de las cuales "desbarató" el decreto de convocatoria y la ley en que se basaba; y una segunda referida a la propuesta realizada con voluntarios que no buscaba ser vinculante sino meramente consultar a los ciudadanos.
"El TC prohibió esta segunda convocatoria, pero cuando le pedimos que nos aclarara qué es lo que no se podía hacer, no nos contestó. Por tanto eso ya es su problema, no se nos aclaró lo que se tenía que suspender", ha dicho.
"Nosotros teníamos un mandato democrático y lo teníamos que cumplir. Y sobre todo porque aquello era para escuchar a la gente, no para declarar la independencia de Cataluña. Si escuchar a la gente es delito, mal vamos", ha concluido.