El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha reclamado un estado vasco, "tan libre como los demás", dispuesto a compartir soberanía con otros en una Europa federal. "Nuestro objetivo no es la confrontación con nadie, ni con España ni con Francia. Nuestro objetivo es alcanzar el reconocimiento nacional de Euskadi", ha aseverado.

Ortuzar ha clausurado en el BEC de Barakaldo un multitudinario acto político del PNV en el que se ha conmemorado la Asamblea de Iruña de 1977, y en el que los cuatro ponentes de aquella histórica cita, Xabier Arzalluz, Josu Bergara, Iñigo Agirre y Kepa Sodupe, han mantenido un coloquio.

En su intervención, el líder jeltzale ha insistido en que Euskadi es una nación "que quiere ser reconocida y respetada, que aspira a tener lo que los otros pueblos de nuestro entorno europeo tienen". "Queremos un Estado vasco, queremos ser libres, tan libres como los demás, dispuestos a compartir nuestra soberanía con otros en esa Europa federal que soñaron nuestros mayores, con el lehendakari Agirre a la cabeza", ha indicado.

En este sentido, ha apuntado que el objetivo del PNV "no es la confrontación con nadie, ni con España ni con Francia", sino alcanzar el reconocimiento nacional de Euskadi. "Que se nos respete como sujeto político capaz de establecer nuestra forma de vida. De acordar cómo o con quién convivir. De ser tratados en pie de igualdad, y no como entes subordinados", ha reclamado.

"Nuestro desafío en este siglo XXI pasa por cohesionar una masa crítica como nación que nos permita ofrecer a los vascos y las vascas una sociedad lo más justa posible, donde las necesidades básicas de las personas que integran nuestro Pueblo se vean garantizadas. Configurar un territorio en el que la calidad de vida y el desarrollo humano se conjuguen con la construcción nacional", ha manifestado.

ETA

Por otra parte, Ortuzar ha mostrado sus satisfacción por que, "por primera vez en mucho tiempo, miramos al futuro sin la pesada lacra de la violencia". No obstante, ha advertido de que "todavía quedan cosas por hacer en ese campo: necesitamos poner fin de una forma ordenada y cabal a un episodio que nos ha lastrado durante decenas de años".

Por ello, ha pedido un fin "ordenado, definitivo, real, concluyente, un final en el que quien fuera organización armada deje de tener en primer lugar armas para a continuación dejar se ser organización".

"Necesitamos vitalizar y revitalizar la memoria colectiva para no olvidar, para acompañar a quienes sufren y sufrieron, para cicatrizar las heridas pendientes y, por supuesto, para que jamás se vulneren los derechos básicos de la ciudadanía ni en nombre de la patria ni de ninguna idea que pretenda imponerse por la fuerza", ha afirmado.

En este sentido, ha destacado que "ante nosotros está la gran ocasión de certificar que tenemos un país en paz, en paz en primer lugar para nosotros mismos, para esta sociedad, este pueblo, para nuestras hijas e hijos, y para las siguiente generaciones de vascos que podrán, si así lo quieren y esa es la clave, decidir su futuro en libertad y en plena convivencia".

DIAGNÓSTICO

Ante los 2.100 asistentes al acto, el dirigente nacionalista ha apuntado que los hombres y mujeres que participaron en la Asamblea Nacional del PNV en 1977 "acertaron en el diagnóstico, acertaron en las medidas y acertaron en la dirección". "Por justicia para quienes en el 77 optaron valientemente por la vía de la reforma en contra de todos aquellos rupturistas y revolucionarios de manual, hoy debemos señalar que, mientras unos jugaron en balde con los sueños de la gente, otros trabajamos para convertir aquellos sueños en realidad", ha destacado.

En el objetivo de alcanzar el "reconocimiento nacional de Euskadi", el líder jeltzale ha indicado que ahora tienen la oportunidad de subir un "escalón más". "Se dan las circunstancias adecuadas para avanzar en la dirección correcta: Navarra afianza el cambio con templanza, buen gobierno, con diálogo y rompiendo la incomunicación, mientras en Iparralde, por primera vez en la historia, da los primeros pasos una institución que, aun incipiente y débil, concita la ilusión de un proyecto común para los vascos de ultrapuertos", ha relatado.

Asimismo, ha apuntado que en Euskadi una mayoría política "mira al futuro en clave de autogobierno y soberanía". Y, afortunadamente, por primera vez en mucho tiempo miramos al futuro sin la pesada lacra de la violencia. Necesitamos poner fin de una forma ordenada y cabal a un episodio que nos ha lastrado desde decenios. Fin ordenado, definitivo, real y concluyente", ha insistido.

En ese punto, ha aludido a la oposición para recordar que esta misma semana, unos les han acusado de "pactar con los mayores enemigos de Euskadi", y éstos a su vez les han acusado de ser "los portavoces de ETA". "Siempre hemos tenido que ir contracorriente. Pero siempre hemos salido adelante", ha asegurado.

Ortuzar ha señalado que el "desafío" jeltzale en el siglo XXI pasa por "cohesionar una masa crítica como nación que nos permita ofrecer a los vascos y las vascas una sociedad lo más justa posible, donde las necesidades básicas de las personas que integran nuestro pueblo se vean garantizadas".

"Configurar un territorio en el que la calidad de vida y el desarrollo humano se conjuguen con la construcción nacional. Ese es el horizonte del nuevo estatus: una nación de mujeres y hombres libres con unos derechos de ciudadanía que amparen la igualdad efectiva de todos y todas ante los poderes establecidos", ha explicado.