El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, quiere "subir la apuesta" a la derecha en lo económico y en lo social a la izquierda para gobernar a partir de 2019, una meta "ambiciosa" que ya salió de su cónclave de febrero y a la que ahora el partido se pone de lleno con una nueva estructura autonómica.
Ciudadanos, que ha celebrado hoy su Consejo General constitutivo, quiere acabar estos cuatro años que tiene por delante gobernando, ha dicho Rivera en su intervención ante los 144 consejeros presentes en la reunión (faltan los 17 portavoces autonómicos aún por elegir).
Y así, ha recalcado que espera poder estar gobernado cuando la ejecutiva actual entregue "las llaves" de esta etapa, tanto en España como en las comunidades autónomas, un objetivo que ve posible con el "trabajo de fondo" del partido naranja.
"La gran duda es si podemos encabezar esos gobiernos, y yo quiero ser ambicioso", ha subrayado Rivera al afirmar que la meta es encabezar un Ejecutivo nacional aparte de ser el "revulsivo" que necesitan algunas comunidades, donde tienen gobiernos "conformistas" que manejan datos del paro y de corrupción "intolerables".
La formación naranja, ha insistido, "no ha venido a calentar la silla ni a repartirlas", sino a ser útil para hacer frente a los cambios que necesita la sociedad.
Según Rivera, la diferencia entre Cs y el resto de fuerzas es que en su partido hay primarias y gente libre, donde no hay cabida para la corrupción, al contrario de lo que pasa en el PP, pero tampoco es una "jaula de grillos" como les sucede a Podemos y al PSOE.
Además, ha añadido, es el partido que "mejor entiende a España" porque es el que "más se le parece" al defender a la clase media y trabajadora y poder afrontar los "grandes retos" que tiene por delante, entre ellos "el reto constitucional" que se le ha planteado desde Cataluña.