El candidato a la Secretaría General del PSOE Pedro Sánchez ha advertido hoy de que, "pese a las trabas y favoritismos, no habrá dique que pare la fuerza de la militancia socialista", que ha dicho representar, frente "al PSOE de la abstención a Mariano Rajoy".
"Hay que elegir entre el PSOE del siglo XXI o el PSOE del siglo XX, entre el PSOE de la militancia o el de la abstención a Rajoy", ha subrayado Sánchez antes de reivindicar unas primarias que "sean un canto al futuro y no un ejercicio de nostalgia sobre lo que el partido hizo en el pasado".
Sánchez ha iniciado su campaña en Gijón, con un acto celebrado en el Pabellón de las Naciones de la Feria de Muestras y en el que, según los organizadores, se han congregado unas tres mil personas, muchas de ellas con camisetas rojas con los lemas "Sí es sí" y "Soy rojo y de izquierdas. Somos socialistas".
Arropado por la diputada asturiana Adriana Lastra, que coordina su candidatura, y la senadora María Luisa Carcedo, que permanecieron fieles en su ejecutiva hasta el final, el ex secretario general del PSOE llegó al escenario con el puño en alto y con la canción de Diego Torres "Color esperanza", de fondo y convertida ya en su himno de campaña.
Sánchez ha asegurado que estas primarias suponen "el kilómetro cero del cambio político que precisa este país", pero que su objetivo no es ganarlas "si no ganar el corazón de millones progresistas que esperan que el PSOE renazca y pueda gobernar".
En una intervención de poca más de hora y media, en la que no mencionó directamente a ninguno de sus rivales ni al presidente de la gestora, Javier Fernández, Pedro Sánchez ha asegurado que va a abordar este proceso de primarias "desde el respeto" porque sabe muy bien que ningún adversario suyo está dentro del partido.
De hecho, se ha comprometido a que a partir del 21 de mayo sólo se le oirán palabras de "lealtad con el partido y con el resultado" porque, según ha subrayado, el PSOE debe mantenerse unido y porque sabe por experiencia "que criticar al secretario general es debilitar a la organización y dar alas a la derecha".
Ante algunos dirigentes del sindicato minero SOMA-FÍA-UGT y varios alcaldes de las comarcas carboneras asturianas, Sánchez se ha comprometido a hacer suya la defensa del carbón y a conseguir un partido que aglutine a la izquierda y "rechace cualquier tipo de entendimiento con la derecha", tal y como defendían hace 126 años los fundadores del PSOE en Gijón.
Sánchez ha recordado también que en el congreso que el partido hizo en esta ciudad en 1902 se acordó que los acuerdos postelectorales fuesen ratificados por la militancia.
Según Sánchez, hay que reivindicar lo mejor de la historia del partido y por eso se ha comprometido, si gana las primarias en mayo, a incluir en los estatutos del partido que haya consultas obligatorias a la militancia sobre acuerdos postelectorales.
Se ha comprometido a defender un partido que sea referente para la gente joven, verdaderamente de izquierdas, feminista, que haga de este país un estado laico donde la iglesia pague impuestos, que sea autónomo frente a los grupos de presión que quieren que el PSOE siga siendo un subalterno de la derecha.
Ha reclamado también un PSOE que sea la fuerza política del cambio, un partido coherente y creíble, donde "el secretario general sea puesto y quitado con los votos de la militancia" y en el que se haga lo que se dice.
"Yo mantuve mi palabra y pagué un alto precio por ello", ha afirmado Sánchez, que ha pedido que estas primarias "sirvan para que el secretario general no pague con su dimisión cumplir con la palabra dada a sus votantes".
Sánchez se ha mostrado convencido de que en estas primarias no habrá ganadores y vencidos y que el 22 de mayo tienen que "ir todos juntos a ganar a la derecha y regenerar la vida democrática de ese país".