El proveedor global de soluciones de integridad académica y evaluación Turnitin señaló este jueves que la propuesta de Ley de Convivencia Universitaria de España, aprobada en mayo, supone “un salto histórico para la integridad académica”, aunque consideró necesario “hacer más” para defender “la integridad académica”.
Este nuevo marco legal, que entrará en vigor en enero de 2022, será de obligado cumplimiento para todas las universidades públicas. La Ley de Convivencia Universitaria -aplicable a todas las instituciones públicas españolas y recomendada también para las universidades privadas- define exhaustivamente los tipos de faltas académicas (que van desde las novatadas hasta el plagio), esboza códigos internos y ofrece orientación técnica para tratar los diferentes casos.
La nueva ley insta a la mediación entre estudiantes, educadores y administradores, promoviendo el diálogo abierto y el intercambio de conocimientos sobre la importancia de mantener la integridad académica.
En declaraciones a ‘El País’, el presidente de la CRUE-Secretarios Generales y rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, indicó que “la nueva ley tiene un sentido más real de lo que debe ser la universidad. Es prioritario tener un código de convivencia, pero la clave es la mediación, que haya procesos alternativos a la mera sanción".
La ley llega en un momento en el que prácticas como la compra-venta de trabajos TFGs, TFMs y doctorados han aumentado considerablemente, según Turnitin, convirtiéndose en uno "de los principales problemas, en auge, de la educación en nuestro país". Señala que “cada vez es más frecuente encontrar en Internet o redes sociales anuncios que, aprovechando el estrés y la presión de los estudiantes, ofrecen realizar sus tareas y exámenes a cambio de una compensación económica”.
Como respuesta a este fenómeno y a otras prácticas académicas, más de un tercio de las universidades españolas, entre ellas, la Universidad de Granada, han tomado conciencia y, en el último año, han aumentado su inversión en soluciones de integridad y evaluación académica como las que ofrece Turnitin, según informa este proveedor.
Antonio Fernández Portel, bibliotecario jefe de la Universidad de Granada, explicaba que "el uso de las soluciones de Turnitin nos ha permitido comprobar que los estudiantes desconocen en gran medida la metodología correcta de citación. Gracias a ello, hemos conseguido aumentar la comunicación entre profesores y alumnos, para que aprendan de sus errores y presenten sus trabajos con un mayor nivel de integridad".
Turnitin da servicio en más de 40 idiomas y alberga una base de datos de contenidos en español que ha experimentado un crecimiento continuo desde 2015. Sus soluciones ofrecen a los estudiantes, educadores y administradores las herramientas para fortalecer las habilidades de investigación y escritura, fomentar la comunicación entre estudiantes y profesores y salvaguardar su reputación.
Para Luis Val, gerente territorial de Turnitin para la Península Ibérica, la Ley de Convivencia Universitaria refleja la creciente concienciación e importancia de defender la integridad académica, tanto para proteger la reputación institucional como para garantizar que los trabajos presentados sean realmente obra del autor. "Desde Turnitin, aplaudimos la misión de esta Ley, que establece un nuevo estándar para las normas de mala conducta en las instituciones españolas, y da al sector de la educación superior española un marco claro en el que defender la integridad académica."
“A la hora de investigar un posible caso de mala conducta académica, los administradores deben contar con herramientas de confianza que proporcionen información que ayude a garantizar que sus decisiones estén basadas en datos y pruebas, especialmente porque las consecuencias según la ley pueden ser muy graves.", ha defendido Val.
Para concluir, el responsable de Turnitin en España ha puesto en valor la nueva Ley de Convivencia Universitaria, resaltando que este nuevo marco es un hito para la educación superior española y un paso importante para mantener, priorizar y practicar los más altos estándares de integridad académica. “Este es el comienzo de un nuevo capítulo para las universidades españolas, y esperamos trabajar con ellas para promover los más altos estándares de integridad académica", ha asegurado.