Granada ha rendido este miércoles un homenaje a las víctimas del avión francés estrellado hace 60 años en el Pico de la Alcazaba, en Sierra Nevada, y en el que fallecieron 80 personas.

La alcaldesa, Marifrán Carazo, acompañada por el cónsul honorario de Francia en Granada, Benjamin Pocherón, ha depositado un ramo de flores en el panteón del cementerio en el que están enterradas la mayoría de las víctimas.

El acto de homenaje, al que también ha asistido una representación de familiares de las víctimas, coincide con el 60 aniversario de accidente ocurrido en la madrugada del 2 de octubre de 1964, cuando un avión vuelo chárter procedente de París se estrelló en Sierra Nevada, en la cumbre de la ladera este de la Alcazaba, de 3.365 metros de altitud.

En el siniestro murieron todos los ocupantes del aparato: siete tripulantes y 73 pasajeros, recuerda el Ayuntamiento.

En un principio se creyó que el avión, un DC-6B de la compañía UTA que efectuaba un viaje chárter desde el aeropuerto de Le Burget, en las afueras de París, hasta Nuakchot, la capital de Mauritania, había desaparecido en el mar Mediterráneo.

La realidad era que se había estrellado en Sierra Nevada, a 15 kilómetros de Trevélez, a través de un sendero tortuoso.

De los 75 pasajeros, 24 eran niños y 28 tenían menos de 19 años. Sólo cinco de las víctimas pudieron ser identificadas. Dos de los fallecidos eran los españoles Julián de Bielsa, un ingeniero aeronáutico andaluz exiliado y director general de Aviación Civil en Mauritania, y Juan José Cruz Sánchez, técnico de una empresa de construcción mauritana.

El entierro de las víctimas tuvo lugar en una fosa común del cementerio de Granada que albergó 27 ataúdes.

Meses más tarde, el 14 de junio de 1965, se inauguró en este mismo espacio el Mausoleo que existe actualmente y en el que esta mañana se ha desarrollado el acto de homenaje.