Cada año, cuando llega la campaña de los frutos rojos, se repite un titular que da pie al extendido mito de que los onubenses no quieren trabajar en el campo: la elevada cifra de vacantes con la que cada año concluye la oferta de empleo que lanza el SAE a través de su publicación en el GEA (Gestión de Empleo Agrario).
Se trata de una oferta que cada año presentan en septiembre las principales organizaciones de empresarios agrarios onubenses (Fresón de Palos, UPA, Asaja o Freshuelva, entre otras) que contempla miles de puestos para cubrir en torno al mes de marzo y que está operativa durante unas tres semanas.
Mónica Vega, responsable del sector primario de la Federación de Industrias de CCOO-A, en declaraciones a Viva Huelva, desmonta este mito: “No creo que sea un problema de que los trabajadores de Huelva no quieren trabajar, porque entonces no se van ni a Jaén ni a Francia ni a Sevilla. Desde el momento en que los trabajadores hacen esos desplazamientos es porque sí se quiere trabajar, pero no es interesante el precio por el trabajo que se pide en el campo de Huelva”.
Al hilo, insiste en que “hay trabajadores de Huelva que no tienen ningún problema en irse a la vendimia a Francia o irse a Jaén o a Sevilla”, además de apuntar que “el campo de Huelva no es solo frutos rojos y el resto del campo onubense también se cubre y con trabajadores autóctonos”.
Según su criterio, el problema con los frutos rojos radica en que “es una campaña en la cual se necesita muchísima mano de obra en muy poco tiempo pero la oferta de trabajo no garantiza ninguna seguridad al trabajador, no hay oferta cierta y también necesitamos que la oferta sea atractiva”.
Así, considera que “la oferta de trabajo no sale suficientemente clarificada para que a un trabajador le dé una cierta estabilidad de poderse apuntar, y lo segundo, si hay otros trabajos que sean más gratificantes y mejor abonados, es normal que un trabajador busque mejores condiciones salariales y laborales y más continuidad”.
Por ello, Vega tiene claro que “si hay falta de mano de obra, hay que hacer más atractiva la oferta”, antes que recurrir a mano de obra extranjera. “Considero que los flujos migratorios son para utilizarlos cuando no hay mano de obra, estando totalmente a favor de ellos”, añade al respecto.
En cuanto a la situación del campo onubense, la sindicalista también reconoce que “en los últimos años el salario ha mejorado un montón, porque antes era muchísimo menos atractivo, pero con el Gobierno se ha ido obligando al salario mínimo y en toda España los convenios se han equiparado muchísimo y ha habido subidas enormes”. En el caso de Huelva, en los últimos tres años se ha producido una subida de nueve euros en el jornal diario, pero “puede mejorar más”.
Diálogo
De hecho, el sindicato está ahora mismo en plenas negociaciones del convenio del campo onubense con la patronal. Tras presentarle una propuesta hace unos tres meses, que también se ha repartido en octavillas entre los jornaleros, se reunieron hace un par de semanas y volverán a hacerlo a mediados de enero.
Hay una discrepancia por el cálculo de la aplicación del salario mínimo, aunque “la diferencia es solo de 30 céntimos”, y Vega prevé que también habrá objeciones de la patronal a la propuesta del sindicato de igualar las jornadas del campo y de almacenes.
Ante estas negociaciones, Vega le recuerda a los trabajadores onubenses del campo que “este es su convenio” y que “podemos poner todas nuestras fuerzas en la negociación y cargarnos de razones, pero si la fuerza de la razón en la mesa falla, necesitamos la razón de la fuerza en la calle”.
