Las consultas de pediatría de Atención Primaria en España registraron una disminución considerable de la demanda asistencial, y en especial de la consulta presencial, durante la primera ola de pandemia período en el que la consulta telemática se incrementó en España de un 38,11 a un 90,47%.
Esta es una de las conclusiones del 'Estudio multicéntrico nacional sobre la organización de las consultas de Pediatría de Atención Primaria en España durante la primera ola de la pandemia de COVID-19', que se ha coordinado desde Huelva y en el que han participado especialistas en pediatría de todas las comunidades, ha informado la Junta en un comunicado.
Este proyecto ha estado impulsado por el grupo de trabajo de Patología Infecciosa de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, con Beatriz Morillo, pediatra del Hospital de Riotinto, como investigadora principal.
El objetivo ha sido analizar cómo se planificó y llevó a cabo la asistencia sanitaria en las consultas de pediatría de Atención Primaria durante la primera ola para conocer las medidas puestas en marcha en todo el territorio nacional, la idoneidad de las mismas y la respuesta que el sistema sanitario en su conjunto fue capaz de ofrecer desde un primer momento.
En este proyecto, único desarrollado en este ámbito en la primera ola, han participado 110 pediatras de la red de centros de salud de todo el país, disponiendo así de una representación total de 107.715 pacientes pediátricos del territorio nacional.
De esta forma se analizó el volumen de consultas y el tipo, constatando el descenso de la demanda asistencial, sobre todo la presencial y el aumento de la telemática exponencialmente, algo que fue acompañado por el establecimiento de un sistema de triaje o clasificación de pacientes inicial, en el que se determinaba la posible patología y la respuesta más adecuada para cada uno de ellos, teniendo en cuenta las limitaciones que imponía la pandemia.
Desde el estudio, se plantea como opciones de futuro la importancia de estudiar y regular el desarrollo de la asistencia telemática y la implantación del triaje, sobre todo teniendo en cuenta las posibilidades que ofrece tanto para la optimización de la asistencia como para la reducción de la demanda presencial, tanto en caso de prolongación de las medidas de aislamiento como en la vuelta a la actividad normalizada.