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Huelva

‘Disculpe, soy funcionario, ¿no tendrá ahí para pagarme el IBI?’

Los empleados municipales de Aljaraque recaudan casa por casa los impuestos para poder ir cobrando parte de lo que se les debe

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  • Una de las muchas protestas de los funcionarios de Aljaraque -

Que ‘a perro flaco todo son pulgas’ bien lo saben los empleados del Ayuntamiento de Aljaraque. Si ya es un calvario  tener que acudir a trabajar sin cobrar (algo que les está ocurriendo desde el pasado mes de febrero, amén de retrasos acumulados desde 2010), la ‘solución’ que les propone el equipo de Gobierno del PP no tiene desperdicio: Que los funcionarios hagan de cobradores a domicilio en su tiempo libre y recauden casa por casa los impuestos municipales.

Así lo especificó este lunes para Viva Huelva Enrique Valle, presidente de la junta de personal (CSI-F) del Consistorio aljaraqueño, quien explicó que esta medida fue propuesta por los gobernantes del municipio “hace unos 20 días” y con ella pretenden saldar parte de la enorme deuda que tienen con sus trabajadores.

Así las cosas, el funcionario que quiera algo de dinero tendrá que ir a casa de alguno de los vecinos del pueblo, pedirle el recibo de la contribución, del vado (si lo tuviera) y/o el sello del coche (el de residuos sólidos queda excluido de esta esperpéntica iniciativa), y recogerlo junto al dinero correspondiente. Recibo y dinero se presentan en el Ayuntamiento. El primero será sellado con un ‘pagado’ por el ente muncipal, y la cuantía económica, al bolsillo del funcionario, restándose la cantidad que sea del dinero que le deben. El problema, además de tener que dedicar parte del tiempo libre a recaudar el dinero atrasado de su sueldo, es que para que quedaran al día tendrían que recaudar no sólo los impuestos de los cuatro núcleos urbanos de Aljaraque (Aljaraque, Corrales, Bellavista y la Dehesa Golf), sino también, como dice el dicho, de parte del extranjero.


Unos 2,3 millones de deuda
El Ayuntamiento que gobierna desde junio de 2011 el PP en mayoría absoluta, con David Toscano como alcalde, lleva sin pagar las nóminas a sus 320 trabajadores municipales desde febrero de este año, además de la paga extra de julio de 2011 y la de marzo de 2012. Todo ello sumado a otros atrasos como el de horas extras, da un resultado aproximado de 2,3 millones de deuda, lo que da una media de 7.187,5 euros pendientes con cada trabajador. “¿Cuántos recibos tengo yo que cobrar para eso?”, se pregunta Enrique Valle, que detalla que, pese a todo, “son muchos los funcionarios que lo están haciendo porque la desesperación te lleva a cualquier sitio”.

Y es que, cinco meses sin cobrar ni un euro da para muchos quebraderos de cabeza: “Esto es cada vez más lamentable y penoso”, defiende el representante de los trabajadores, que asegura que la situación está provocando que “la gente empiece a pedir la baja por ansiedad y estrés, porque se están quedando sin recursos y tiran de familiares y amigos” para tratar de agarrarse a un flotador en medio de un naufragio institucional al que “no le vemos ningún horizonte”.

“O que se marchen o que se unan a los trabajadores”
El presidente de la junta de personal del Ayuntamiento de Aljaraque no ve luz al final del túnel, y lamenta el desamparo que están sufriendo por parte de los dirigentes municipales. Por eso, Valle lo tiene claro: “O este equipo de Gobierno se marcha o se unen de una vez a los trabajadores, y con el alcalde al frente que se manifiesten con nosotros ante el Parlamento andaluz y ante el Congreso de los Diputados si hace falta, porque se está metiendo muy poca presión a otras administraciones para que solucionen esto de una vez, y las administraciones tienen que tomar cartas en el asunto”.

Mientras, se están llevando a cabo parones todos los jueves de nueve a diez de la mañana, “pero de los 320 afectados se unen 50, no sabemos si por miedo o por algún tipo de presión política”, lamenta el representante sindical.

El canon de Giahsa que no llega y el papel higiénico que llega de casa

Y mientras pasan los meses sin que entre un euro en las casas de los funcionarios aljaraqueños, la situación del ente municipal comienza a tener tintes surrealistas. Tanto es así que, según fuentes consultadas por este periódico, los productos de limpieza los están llevando las propias limpiadoras, el papel higiénico llega de casa de los trabajadores, boli, cada uno el suyo, coches policiales en pésimas condiciones...

Y la esperanza puesta, según explica Enrique Valle, en una “medida que se especula desde septiembre de 2009”: Que Giahsa pague los aproximadamente cuatro millones de euros que debe de canon. “Nos lo han dicho muchísimas veces, pero ese dinero no llega nunca. Pensábamos que con la llegada de David Toscano, miembro del Consejo de Administración de la MAS, se agilizaría, pero nada de nada”, lamenta el representante de los trabajadores.

Y la cosa cada vez más complicada, tanto que, como se apunta arriba, son los propios trabajadores los que aportan sus recursos materiales para realizar el trabajo. Lo último que ha salido a la luz es que los efectivos de la Policía Local de la localidad han empezado a comunicarse laboralmente con sus propios teléfonos móviles y mediante el servicio de mensajería instantánea ‘WhatsApp’, ya que por no funcionar no funcionan ni los walkie-talkie.

Pues así está uno de los pueblos más grandes de la provincia, con unos 20.000 habitantes en medio del caos esperpéntico en la gestión municipal.

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