La última situación que provocó una confusión ocurrió en una clínica dental donde trabaja una prima del marido de Ascensión Macías Pérez. Allí, esta familiar saludó a una paciente convencida de que era Ascensión, pero no. Era otra ciudadana de Huelva, con su misma edad (15 días en el registro la separan), su mismo color de ojos, su misma estatura y un rostro “prácticamente idéntico”.
Este caso ya fue contado por Viva Huelva el pasado mes de marzo, pero se hizo a través del testimonio de Carmelo Macías, hermano de Ascensión y abanderado de una búsqueda tan fácil de resolver como una prueba de ADN que la familia de la otra parte se niega a realizarse.
Este miércoles, por primera vez, Ascensión decidió dar su testimonio y ofrecer su imagen en los medios y lo hizo en Viva Huelva, relatando una experiencia que, como todas las relacionadas con los bebés robados, está llena de elementos enigmáticos.
Como ya relatara Viva Huelva, Ascensión nació siendo sietemesina el 8 de febrero de 1971 en un clínica privada que había en la calle Rascón, y su nacimiento fue asistido por un ginecólogo de la capital cuyo nombre aparece en 14 denuncias de bebés robados en Huelva. Su madre estaba embarazada de dos, pero oficialmente sólo sobrevivió ella. Entre las contradicciones que aparecen en los documentos, destaca que el registro de defunción de su hermana señala que el parto se asistió con nueve meses y que el bebé muerto no era una niña, sino un varón. Años más tarde, Ascensión y la que sospecha que puede ser su gemela coincidieron en el colegio, “y mis primos y mucha gente del entorno comenzaron a confundirnos, de hecho bromeaban con nosotras diciéndonos las mellizas”. “Hemos viajado juntas a Italia, hemos compartido habitación , quedábamos regularmente para tomar café juntas...”, relata Ascensión, que considera que “sería muy macabro que esta chica fuera mi hermana”.
Su caso y dos más han sido archivados
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial, a pesar de que “hay muchas pruebas” ha decidido archivar el caso al considerar en un auto de 18 de septiembre, al que ha tenido acceso Viva Huelva, que “no existe base para imputar una detención ilegal, confirmando la prescripción” de otros posibles delitos como falsedad documental o alteración de estado civil. La otra parte, la familia de la que puede ser su gemela, se ha negado a realizarse las pruebas de ADN, pese a la sencillez del análisis y a la insistencia de la Policía, cuya comparación fisionómica les llevó a la conclusión “al ver los dos rostros de que había motivos suficientes para investigar”.
Por los mismos argumentos que el auto antes citado, la nombrada sección ha archivado dos casos más. Carmelo Macías y su hermana, conscientes de que la batalla judicial la tienen por ahora perdida, no arrojan la toalla y seguirán luchando para salir de la incertidumbre. Por ahora, confían en que en la reunión de las tres secciones de la Audiencia (que se celebrará el próximo lunes para aunar criterios sobre si contemplar o no el delito de detención ilegal en los casos de bebés robados) se decida seguir adelante con la investigación y confían en que “al menos nuestro caso sirva para que otros casos no se archiven”.